MONTERREY.- La contingencia sanitaria del Covid-19 cambió el estilo de vida de las personas, mientras las actividades se redujeron para evitar contagios, la crisis económica surgió, sin embargo, las necesidades básicas se incrementaron.
Un claro ejemplo es el sustento familiar, con los productos de la canasta básica al alza, de acuerdo a un estudio del Centro de Investigaciones Económicas de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), al mes de Junio, el costo de la canasta básica de alimentos por persona fue 1,118 pesos mensuales para zonas rurales y 1,640 pesos para el área urbana; si en promedio en Nuevo León viven cuatro personas por hogar se requieren alrededor de 6 mil 560 pesos para cubrir los gastos de alimentación de una familia.
Vivir en Nuevo León es costoso a diferencia de otras entidades del país, más aún con la contingencia del coronavirus.
Los expertos recomiendan no realizar gastos "hormiga", cuidar los ahorros y comprar sólo lo que estrictamente necesario para el bienestar familiar.
Por último, el estudio también refiere que hubo una reducción del 10 por ciento en útiles escolares, ante la poca demanda estimada por el regreso a clases a distancia, mientras que el precio de los combustibles se restableció por la reactivación parcial de actividades.
mvls