Durango. Uno de las industrias que debiera mantenerse saturada durante estos días de cuaresma, es la restaurantera, especialmente aquella dedicada a la venta de mariscos, Don Pablo Breceda, marisquero de profesión, narra que debido a la economía que atraviesa el país, dicha situación se ha convertido más en lujo que en una tradición.
Otro de los factores que ha perjudicado a esos pequeños y medianos comercios en la capital, ha sido la modernización carretera, ya que, debido a la construcción y renovación de las principales avenidas de la ciudad, muchos han sido los comercios reubicados, que pierden clientela debido a las distancias.
Por otro lado, gracias a la expansión de restaurantes dedicados al rubro, comercios como el de don pablo han tenido a bien modificar su menú, ofreciendo platillos enfocados en desayunos comidas o meriendas dependiendo del horario en que la clientela aborde su negocio, sin embargo, en temporadas como esta no ha sido tanto el repunte en ventas dada la situación económica por la que atraviesa la entidad
Durante este miércoles de ceniza, muchos duranguenses prefieren comer lo que está a sus alcances ya que, de un tiempo a la fecha, los mariscos dejaron de ser una tradición y se convirtieron en un lujo.