ESPECIAL. - El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, puso de ejemplo a los ingenieros militares que llevan un 50 por ciento de avance en la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles en la Base Aérea de Santa Lucía; ello, frente a los empresarios que construyen el Tramo I del Tren Maya en el sureste mexicano. Los retó.
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Antes les había dicho a los representantes de las empresas portuguesa y China, concesionarias de dicho Tramo “es la primera empresa que sigue el ejemplo de lo que están haciendo los ingenieros militares con el aeropuerto".
Anunció que el próximo domingo dará a conocer el esquema de operación del Tren Maya para evitar que gobiernos por venir lo privaticen.
Insistió en que la obra es “del pueblo de México”. Este domingo se anunciará “quién la va a operar y que sea autosuficiente que tenga ingresos propios para que se mantenga hacia adelante”.
Confesó “estoy entusiasmado por esta obra. No hay nada que pueda impedir que se desarrolle, miren la importancia de esta obra que en estos tiempos difíciles se da trabajo, mientras estemos construyendo hay fuentes de trabajo y empleo para la gente que vive por dónde pasa esta obra, el futuro Tren Maya”.
En ese entusiasmo, sacó a colación a los teóricos del marxismo: Federico Engels y Carlos Marx.
Fue cuando recordó “como dijo Engels en un discurso frente a la tumba de Marx, decía: “está muerto uno de los mejores filósofos del mundo que demostró que el ser humano no puede dedicarse al arte, a la contemplación de la belleza, a la religión, sino tiene resuelto sus satisfactores básicos, como educación o bienestar”. Si se le da al pueblo bienestar se logra todo la demás. Eso significa el Tren Maya, bienestar para la gente”.
Dijo estar en ese frente de trabajo para constatar que las empresas habían cumplido con lo acordado y prometió regresar en tres meses. Observando los trabajos en el terreno y las retroexcavadoras, calificó “esta es una buena señal; es la obra de infraestructura en comunicaciones más importante en mucho tiempo”.
Acompañado en el presídium por un par de empresarios de las compañías que trabajan en ese Tramo I, señaló que los cerca de mil 500 kilómetros que tendrá el Tren Maya, tendrán que definirse en su operación con una buena planeación “definirla muy bien para que siga funcionando. La terminan en septiembre de 2022, entonces tenemos otros meses más del 22 todo el 23 y 9 mes del 24 para afianzar esta obra en lo correspondiente a su operación”.
En la recta final de su discurso el presidente dijo que el Tren Maya beneficiará al sureste mexicano.
Además de que el ferrocarril, llevará alimentos, ganado, frutas y productos diversos de la región a Cancún y la Riviera Maya. Paralelo a su objetivo turístico, habrá un tren de carga.
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