MÉXICO.- El Instituto Nacional de Migración (INM) informó que fueron rescatados 800 migrantes centroamericanos en el municipio de Frontera Hidalgo en Chiapas, luego de que éstos ingresaran de manera irregular por la zona fronteriza de ese estado.
Apoyados de la Guardia Nacional, agentes federales de migración trasladaron en 20 autobuses a los migrantes a albergues migratorios, en donde iniciarán el procedimiento administrativo correspondiente o procederán al retorno asistido.
El personal Grupo Beta del INM trabaja para localizar alrededor de 200 migrantes que se dispersaron en los alrededores de esa región, ubicada a 12 kilómetros del Río Suchiate, en la frontera con Guatemala.
Asimismo, el instituto señaló que funcionarios integrantes de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados establecieron un diálogo con integrantes de la caravana para invitarlos a acceder una estancia regular en México, propuesta que fue rechazada por éstos, quienes exigieron permisos para transitar libremente hacia Estados Unidos.
En los autobuses se les proporcionó agua, suero y asistencia médica a los migrantes que lo requirieron; al llegar a los albergues se les brindó comida y productos de higiene personal, así como colchonetas, cobijas y acceso a sanitarios.
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MÉXICO.- El Instituto Nacional de Migración (INM) informó que fueron rescatados 800 migrantes centroamericanos en el municipio de Frontera Hidalgo en Chiapas, luego de que éstos ingresaran de manera irregular por la zona fronteriza de ese estado.
Apoyados de la Guardia Nacional, agentes federales de migración trasladaron en 20 autobuses a los migrantes a albergues migratorios, en donde iniciarán el procedimiento administrativo correspondiente o procederán al retorno asistido.
El personal Grupo Beta del INM trabaja para localizar alrededor de 200 migrantes que se dispersaron en los alrededores de esa región, ubicada a 12 kilómetros del Río Suchiate, en la frontera con Guatemala.
Asimismo, el instituto señaló que funcionarios integrantes de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados establecieron un diálogo con integrantes de la caravana para invitarlos a acceder una estancia regular en México, propuesta que fue rechazada por éstos, quienes exigieron permisos para transitar libremente hacia Estados Unidos.
En los autobuses se les proporcionó agua, suero y asistencia médica a los migrantes que lo requirieron; al llegar a los albergues se les brindó comida y productos de higiene personal, así como colchonetas, cobijas y acceso a sanitarios.
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