MONTERREY.- Al igual que los adultos, los niños también han tenido que cambiar sus actividades ante el resguardo domiciliario por el coronavirus.
Isabella, de 8 años, y su hermanita Lucía, de 5, saben que hay un enemigo invisible que les impide jugar en la calle.
Durante esta cuarentena dedican cuatro horas diarias a estudiar, comen más, duermen menos e inventan juegos para pasar el día.
Dulce López, madre de las menores, implementó actividades que les ayudaron a comprender la contingencia. Además realizan juegos diarios que evitan el aburrimiento.
Aunque no habrá regalos durante este Día del Niño, disfraces, juegos de mesa, y la cocina serán los refugios de Isabella y Lucia.