Durango. - Enrique Siqueiros, con todo y una placa en la cadera empuja la silla de ruedas de su amigo Francisco Guevara, persona invidente que no puede caminar. Se conocieron en el Albergue Tambitos.
Durante el día piden limosna para comprar el medicamento de Francisco y también ahorran para comprar gomas para su silla.
Enrique, luego de llevar a su amigo a Tambitos sale a buscar en botes de basura algo vendible aproximadamente hasta las 3 de la madrugada, para juntar al menos 150 pesos para los gastos, pues es lo mínimo que necesita para los medicamentos.
Enrique dice que los días son complicados porque los discriminan con frecuencia y es más difícil conseguir dinero.
“Para empezar, andar caminando con el señor, se batalla. Ahora estamos batallando porque se le acabaron las ruedas, ya no tiene goma. Lo poquito que pueda juntar él y lo que le ayudo yo. En la noche voy y lo dejo en Tambitos y ya en la noche me salgo a buscar botes o las cositas que me hallo para ganar un poquito más”.
Francisco no tiene familia en la ciudad, por eso agradece el contar con Enrique, porque sin él, no podría salir a pedir ayuda, es un apoyo incondicional. No podría sobrevivir solo, con su ayuda puede comprar el medicamento que le hace falta.
Desde hace dos años Francisco es dueño de una silla de ruedas que por el tiempo se encuentra muy dañada, pero, además, por tantos kilómetros recorridos ya no tiene gomas.
“Le doy gracias a Dios que tengo un amigo, le agradezco mucho a Dios que él me está apoyando. Nunca he sido casado, soy soltero y toda mi familia se fue cada quien para una ciudad y estamos separados. No estamos juntos, yo vivía solo. Hasta ahora que nos encontramos, se saca para buscar para el medicamento y para mis necesidades: las llantas. Pues él me apoya”.