La pandemia por coronavirus ha afectado diferentes planes económicos y de desarrollo en todo el mundo, incluyendo la posibilidad de que algunos migrantes regresen a sus hogares y estar con las personas que más quieren, para Isaret la contingencia no ha terminado con la esperanza de regresar a su hogar.
Isaret Jeffers es una guanajuatense que lleva más de un año sin poder ver a su familia, incluyendo a sus dos hijas que se quedaron a vivir en León desde que el panorama de coronavirus fue afectando los vuelos internacionales.
Pese a la distancia Isaret no deja de tener contacto con sus seres queridos, entre ellos sus padres, hermano e hijas, en todo momento trata de estar al pendiente de su madre para saber que está todo bien y que a pesar de todo el corazón y el sentimiento es el que les da la unión a distancia.
Por más de 25 años Isaret ha vivido en Estados Unidos, específicamente en Florida, por lo que admite que los primeros años en los que se mudó, batalló bastante para lograr adaptarse y hasta llegó a ser adicta al trabajo con jornadas laborales de más de 12 horas al día.
Al comprender que pese a no estar en su país de origen ella como cualquier ser humano entendió que tenía derechos y gracias a que se mantuvo en constante educación, logró superarse poco a poco y disfrutar de su estancia en otro país.
El cambio de cultura sin duda fue complicado para ella y su familia, sin embargo trata de conservar al cien por cien sus raíces y de poner a Guanajuato y León en alto.
Actualmente es la fundadora de Club del Migrante Árbol Florida, en el que se preocupa y defiende los derechos de los paisanos que se encuentran en Estados Unidos luchando por mantener en mejores condiciones a su familia.
Además de apoyar a personas guanajuatenses en el extranjero también apoya a sus familias en el estado de Guanajuato, formando el colectivo Árbol León, en el que ayudan con despensas, cobijas, alimentos y otro tipo de beneficios.
El sueño de Isaret y que su esposo también está apoyando es regresar a Guanajuato y permanecer en León hasta el último día de su vida.
En estos momentos previos a navidad, Isaret está conciente de que a distancia también se puede vivir la magia de la bavidad y recibir un año nuevo, con mucha Paz y armonía, además de mandar obsequios a sus familiares.