Ixcatán en emergencia por casos de dengue

Aunque la Secretaría de Salud señala que el problema está controlado, “sí estamos, la verdad, en focos rojos”, aseguró la delegada de esta zona, en Zapopan.

Ixcatán en emergencia por casos de dengue
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En Ixcatán, la incidencia de casos de dengue aumenta de manera escandalosa cada día. Hasta hoy no se conoce exactamente el número de contagios, pero la cantidad de personas infectadas por la picadura del mosco Aedes aegypti es altísima. 

El pasado 12 de junio se informó de ocho casos registrados. Pero para entonces ya eran muchos más.

Eva Ruvalcaba, delegada de esta zona que pertenece al municipio de Zapopan, aseguró que la mayoría de la gente del pueblo está enferma:

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En Ixcatán habitan alrededor de mil 500 personas, además de las de las rancherías colindantes, y pertenece a la región sanitaria número 10.

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El homeópata del pueblo, José Casillas Martínez, contó que entre mayo y junio él ha atendido al menos 19 casos de dengue: 11 hombres y ocho mujeres, siete de estos fueron niños. Los cuatro más recientes se presentaron entre el martes y el miércoles de la semana en curso. Además, dijo el médico alternativo, tiene la certeza de que existen al menos otros 40 casos, los que sumarían casi 60 en menos de dos meses.

De acuerdo con la información proporcionada por Salvador García Hernández, coordinador estatal de Dengue y otras Arbovirosis de la Secretaría de Salud Jalisco, la situación de esta enfermedad en Ixcatán se encuentra bajo control: “Esa localidad fue trabajada de forma oportuna, en este momento ese posible brote de dengue, porque no se tiene el resultado de laboratorio, ya fue contenido y ya no resultaron más casos”.

Para el maestro Pepe, como es conocido el homeópata en el pueblo, en la Secretaría de Salud dicen que no hay casos de dengue, o que son muy pocos, porque se basan en los registros de personas que acuden a algún centro de salud a hacerse un estudio y, como muchos no van o, incluso, acuden a médicos particulares, o se atienden como pueden, es como si no existieran: “Las cifras que da la Secretaría de Salud están basadas en los que ya se hicieron el estudio de sangre, y si no van hasta Guadalajara y no se los hacen, pues no existen los casos. Así están la mayoría. A mí me consta que los casos que yo atendí sí eran dengue, muchos fueron a hacerse estudios con particulares y sí eran. Los otros 40 los conozco, aunque no los haya atendido yo”.

Casillas Martínez insistió en que en Ixcatán hay mucho descuido, tanto de la gente que vive ahí como de las autoridades: “Antes todos los desechos se echaban al corral y se pudrían, ahorita ya no se pudren porque hay mucho plástico. Entonces, en cualquier objeto pequeño, llueve y ahí se puede reproducir un mosquito”. 

La primera semana de junio hubo una campaña de descacharrización por parte del gobierno. Enviaron tres camiones a Ixcatán para deshacerse de los objetos que representaban un riesgo de criadero de moscos: “Dijeron que iban a volver y ya no regresaron. Todavía hay mucho cacharro. Nos dejaron colgados”. 

El homeópata aseguró que el primer caso de dengue que se presentó fue en noviembre del año pasado. La mayoría surgieron entre abril y mayo: “Hay un servicio malo de la Secretaría de Salud en el centro de salud, entre muchas otras cosas, porque los muchachos que mandan del servicio social no son expertos en vectores. Ahí no son expertos. Van y los diagnostican, pero se han equivocado y les han dado hasta antibióticos”.

“Yo entiendo que sí hay descuido en unas familias. Pero en otros casos sí es descuido de la autoridad porque tiene que darse la alerta inmediata. Por qué no declaran una alerta. Así ya todo mundo sabe que tiene que cuidarse, los de ahí, y los de afuera y también tomar precauciones y actuar como se debe”, insistió. 

Otros riesgos

Ixcatán es una zona endémica para el desarrollo de moscos transmisores de paludismo.

La tercera semana de mayo, un empleado de la Secretaría de Salud, experto en vectores, le contó a José Casillas que vio moscos “sospechosos de paludismo”.

En días pasados, una mujer de la tercera edad con varios padecimientos crónicos, fue diagnosticada con influenza.

También es una zona en donde se reproducen los alacranes: “Ahí si te descuidas, se te muere una persona por picadura de alacrán. Van a la Cruz Verde ahí, a Guadalajara, porque allá, en el centro de salud, no hay sueros anti alacrán. No hay guardia de médicos que atiendan en la noche. Antes repartían los sueros a cada familia, pero ahorita no hay ni en el centro de salud. Si te pican en la noche, no habrá nadie que te atienda”. 

En el limbo, servicios de salud

En 2009 se acordó la construcción de un centro de salud en Ixcatán. Ya pasaron 10 años y solo está hecho el 30 por ciento del edificio.

Todas las mañanas, hasta las 15:00 horas, tres personas atienden en el lugar: un médico de base, que es dentista; un enfermero y un prestador de servicio social.

Solo trabajan en el día. Si alguien se siente mal en la noche, tendrá que esperar. Si es muy grave tendrá que conseguir a alguien que lo lleve a alguna de las instituciones de salud en Guadalajara, que está a 27 kilómetros, más o menos a una hora de distancia.

José Casillas Martínez, quien también es presidente del Comisariado de Bienes Comunales de Ixcatán, cuenta que el terreno donde está edificada apenas la tercera parte de este proyecto fue donado por parte del pueblo al gobierno. Comenzaron la construcción en 2012. En algún momento se quedó parado. 

Ante la falta de respuesta, entre 2018 y 2019 se le planteó la situación a los gobiernos federal, estatal y municipal. Casillas dice que nomás se avientan el asunto unos a otros. Asegura que el gobierno federal ya les ha concretado algunas otras peticiones, pero en el caso del centro de salud “le echan la bolita al gobierno estatal”.

De acuerdo con Pepe, es urgente que se concluya el centro de salud y, además, que haya gente capacitada. Dice que se necesitan 5 millones de pesos para que este lugar opere como corresponde.

Ixcatán está en el limbo en materia de salud. En todo el poblado hay dos farmacias. En una de ellas una doctora consulta por teléfono: la chica que atiende el establecimiento le pregunta al paciente los síntomas, le llama a la doctora por teléfono y se los cuenta, la especialista le enumera las medicinas pertinentes, se las venden al consultante y listo.

Si a alguien le pica un alacrán tiene que viajar hasta Guadalajara porque en el centro de salud no hay suero contra el veneno de este animal. No tienen recursos ni conocimientos suficientes. Cuando llegan a consulta al centro de salud, generalmente sí los atienden, pero casi siempre los derivan: “Por más que quieran no pueden hacer más”. 

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