En Jalisco no hay políticas públicas ni una gestión integral del agua que garantice la sustentabilidad del líquido, aseguró el académico y especialista Arturo Gleason Espíndola.
Ejemplo de ello es el bajo nivel de la Presa Calderón y la consiguiente afectación al suministro para más de 200 colonias del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG).
Actualmente las autoridades municipales y estatales desconocen cuánta agua entra al territorio, lo que redunda en una mala planeación a mediano y largo plazo y una distribución que resulta inequitativa. Gleason Espíndola señaló además que las acciones tomadas por las autoridades son reactivas y no dan una solución a profundidad.
“No veo nada en ese sentido de capturar, de guardar agua para enfrentarnos al futuro, veo más una reacción de ‘ciérrala, ábrele a las llaves, haz una presa’, y hasta ahí llegó la política de agua”, enfatizó.
El especialista en temas de sustentabilidad y agua comentó que para garantizar una gestión integral, se debe comenzar a captar, digitalizar y medir el agua. Sin embargo, ningún partido o gobierno se ha interesado en hacerlo, y en su lugar se ha invertido presupuesto en obras más costosas que terminan como “elefantes blancos”, como la Presa Zapotillo, a la que se le ha invertido más de 35 mil millones de pesos.
Transitar a un modelo más sustentable, de captación de agua de lluvia, tomaría más de una decada y al menos 10 mil millones de pesos, finalizó.
CGE