Daniel Herrera, de 18 años de edad, acaba de ingresar a la carrera de ingeniería industrial, su interés por estudiar esta profesión nació en él cuando era apenas un niño de 8 años.
“Desde que nací mi papá era peñolero toda mi vida he estado dentro de la familia Peñoles en algún momento mi papá me comentó: ¿no quisieras ser ingeniero? y yo le dije si porque no estaba muy chiquito tenía alrededor de 8 años y me dijo: a bueno entonces te empezaré a llevar al museo de los metales y yo niño emocionado dije si quiero ir a aprender”.
Daniel formó parte de una de las primeras generaciones en tomar cursos en el Museo de los Metales, en donde le impartieron talleres de Ciencia, Geografía y Tecnología, acompañados de experimentos.
“Cuando tenía 12 años las encargadas me hablaron y me dijeron oye tenemos un curso de verano que te parece si en vez de que entres como alumno, si vienes como mentor entonces ya eres maestro de los niños te explicamos como son las dinámicas y nos empiezas a ayudar con los niños a cuidarlos y todo y yo dije no pues encantado mi vida toda mi niñez estuve ahí pues vamos a darle”.
Después de permanecer tres años como mentor en el Museo de los Metales, a la edad de 15 años lo dejó de lado, para dedicase de lleno a sus estudios, pero con las bases que adquirió en ese lugar.
“El museo mi vida la marcó por completo, jamás me desenfocó de estudiar una ingeniería desde chiquito veía a mi papá ingeniero, más el museo que me enseñó todo lo que es la tecnología y todo lo que tenía que ver con Peñoles dije yo quiero ser ingeniero, me quiero enfocar en lo que hacen aquí tanto en la empresa, en el museo, todo lo que lleva esto, voy a estudiar una ingeniería y a final de cuentas elegí ingeniería industrial es algo que me gusta mucho y los procesos de Peñoles, me divertí y también aprendí”, comentó
A su corta edad, Daniel tiene muy claro lo que quiere para su futuro, aunque acaba de ingresar a la carrera, no pierde de vista sus metas, el graduarse con buen promedio, estudiar una maestría y salir al mundo laboral.
“Siempre mi sueño ha sido trabajar en la NASA. Le voy a echar todas las ganas para poder trabajar ahí” aseguró.
El consejo de Daniel para todos los niños y jóvenes laguneros es experimentar, tomar cursos, investigar y no tenerle miedo al aprender.