TAMAULIPAS.- Edulet González, una joven madre soltera y de escasos recursos económicos, decidió operarse para que le retiraran cálculos de su riñón derecho y por error le extrajeron el izquierdo que estaba sano.
La mujer denunció que fue víctima de una presunta negligencia médica, la cual ha provocado que su salud sea vea más deteriorada por lo que no puede trabajar.
“Me siento muy mal, no puedo salir a trabajar y los afectados son mis hijos de 3, 6 y 9 años de edad. Con sacrificios y como pude junté el dinero para operarme, me ayudaron mis familiares y amistades porque era mucho, pero en vez de sanar estoy peor y no tengo manera de seguirme atendiendo, quiero justicia”.
Con 28 años de edad, vendedora ambulante y originaria de Pánuco Veracruz, narra que mediante estudios médicos se le detectó “Litiasis uretral”, por lo que presentaba “piedras” en el riñón derecho.
Contactó a un especialista de nombre Gerardo Castellanos, quien la atendió en Médica Universidad, donde le explicó su padecimiento y le entregó los estudios con los que contaba. La programa para operación el 24 de marzo del año pasado y le informa que era un procedimiento ambulatorio y sin mayores complicaciones.
“Nunca me informó que existía el riesgo de retirar mi riñón y los estudios muestran que los cálculos estaban en el riñón derecho, sin embargo, me quitó el riñón sano”.
Dos horas después de despertar de la anestesia empieza a sentir el dolor de la herida y se da cuenta del error. Entra en pánico y sufre una crisis nerviosa.
“Estaba aterrada, no podía creer lo que estaba pasando; el doctor, nervioso, alegaba que él no se había equivocado, cuando mis estudios prueban lo contrario. Fue un descuido o negligencia”.
Edulet González sostiene que nunca dio su consentimiento para la extracción del riñón y tampoco sus familiares. Menciona que la dirección del hospital tampoco se hizo responsable de la extracción de un órgano de su cuerpo sin su consentimiento y tuvo que pagar casi 60 mil pesos para obtener el pase de salida.
Refiere que se vio afectada su capacidad renal debido a la fallida intervención quirúrgica y desde entonces padece constante fatiga, náuseas y vómitos, además de que el dolor en su riñón enfermo persiste.
“Actualmente mi cuerpo no ha podido normalizar los niveles de creatinina en la sangre, pero lo más difícil es que no puedo trabajar y debo mantener a mis hijos”, expresó entre lágrimas.
Los abogados Juan Nájera, Mauro del Ángel y Gregorio Lara, informaron que por estos hechos se interpuso una demanda civil y otra penal, las cuales están siguiendo su curso.
mvls