Por lo menos tres jovencitas de entre 13 y 15 años de edad terminaron graves en el hospital Materno-Infantil de la ciudad de Durango luego que durante la jornada escolar en su secundaria “ESIMA”, ingirieron pastillas de uso controlado en un intento de suicidio colectivo.
La alerta fue dada por uno de los padres de familia de la institución señalada, quienes dio a conocer que por lo menos se trataba de ocho casos, sin embargo en el hospital Materno-Infantil específicamente en el área de Paidopsiquiatría a cargo del doctor Pedro Sánchez señalaron que a esta institución sólo ingresaron dos de tres casos.
“El jueves pasado en el área de urgencias se encontraban dos jovencitas y una tercera fue llevada a la Cruz Roja, mencionaron (sin especificar) que al parecer había más alumnas que ingirieron el clonazepam, una de ellas quedó en observación y la otra tuvo que ser llevada a piso (internada) porque tenía el antecedente de un ser querido y estaba en proceso de duelo, se sentía mal y al juntarse con este grupito (sic), le dan cuatro tabletas, al revisarla se encontró que no hay ideas de muerte, pero si un cuadro de depresión pero que puede ser manejado por consulta externa”, explicó el especialista.
Sobre el segundo caso, el médico explicó que presenta ya un cuadro más grave e incluso un previo intento de suicidio y en esta ocasión ingirió 14 tabletas del mismo fármaco, “traía signos de intoxicación, por lo que fue internada y egresó el pasado martes sin dato de intoxicación, comentaron que este suceso fue a raíz de que una compañera de ellas que usa drogas como cocaína y marihuana, fue la que proporcionó el medicamento, quien a su vez tomó 14 tabletas en el momento y minutos después dos más, por lo que fue un intento suicida de tipo colectivo”, afirmó el especialista.
Pedro Sánchez, Paidopsiquiatra del nosocomio en mención añadió, que no es la primera vez que sucede este tipo de casos, aunque no de la misma institución educativa y reconoció que el riesgo suicida en adolescentes es muy alto sobre todo en menores de 15 años, mientras que los casos consumados son de los 15 a los 17 años.
El estado de salud de las menores, es fuera de peligro, pero su estado emocional y mental aún se encuentra muy frágil y por ello recibirán un seguimiento puntual por parte de los profesionales de la salud, quienes esperan el apoyo incondicional de los padres de familia para lograr que sean casos de éxito.