APODACA.- La inocencia y magia de un niño son increíbles. Su alegría es contagiosa, su sonora risa es capaz de derribar cualquier muro de pesimismo. Por eso es tan doloroso cuando aquél diminuto ser lleno de sueños e ilusiones, teme por lo más valioso que tiene: su vida.
Kim es una pequeña de 8 años pero que no la engañe su baja estatura y brazos delgados. Posee la fuerza de un grupo entero de hombres y es capaz de mantenerse en pie bajo situaciones que no muchos aguantaríamos.
La pesadilla de Kim y sus padres comenzó en septiembre del 2019 con una pequeña protuberancia en el cuello, y luego se confirmó lo peor.
Las noches más oscuras llegaron al no poder costear las primeras quimios, aunque con el apoyo de asociaciones como "Apadrina un Niño", consiguieron salir adelante.
Pero la inocencia y magia de un niño son increíbles. Y Kim jamás se rindió.
Hoy la pequeña habitante de Cosmópolis, en Apodaca, mantiene a raya al cáncer, inspira a otros niños y hasta se da tiempo de hacer tiktoks en su cuenta kimberlyguadalupe912. Aunque su mayor temor es que el cáncer regrese, prefiere concentrarse en sus sueños, conocer el mar y ser enfermera.
Tal vez hoy usted esté molesto porque no pudo pagar la luz o el gas, porque su jefe lo castigó o sus empleados no se esmeran. Tal vez sufre por un amor mal correspondido o tiene que estudiar en escuela privada para sentirse importante.
Tal vez no tiene empleo o no encuentra vuelo para sus vacaciones. Todo eso tiene solución, siempre y cuando haya vida. Esa es justo la lección que Kim y todos los niños con padecimientos mortales dejan a los adultos.
Permitimos que con la madurez se nos arrancara esa inocencia y magia que tuvimos de niños, sin saber que justo ahí, radica tal vez la solución de todos nuestros problemas, o al menos, la fuerza para poder afrontarlos.
mmr