MONTERREY.- Se llama Kraco y desde finales del año pasado, es el encargado de la seguridad en el acceso principal al Penal de Cadereyta.
Tiene 8 años, y al menos los últimos seis los ha dedicado a trabajar dentro del sistema penitenciario del país.
Aunque causa ternura, en su curriculum destaca el hecho de que por varios meses, fue el guardián personal de Joaquin, El Chapo Guzmán, cuando el líder del Cártel de Sinaloa estuvo en el penal del Altiplano.
Kraco es la estrella del escuadrón canino, integrado por seis perros, del Penal de Cadereyta.
Su dieta diaria es de un kilo y medio de croquetas combinadas con arroz. Víctor Torres, jefe de seguridad del penal de Cadereyta y dueño de Kraco, narra que lo compró por solo 500 pesos cuando tenía tres meses de edad.
Un año y medio después, Kraco estaba listo y acreditado para fungir como perro policía.
Ha participado en el sistema penal federal y de varios estados.
Al día de hoy, le queda un año más de servicio, antes de que se vaya a casa a descansar, algo que el jefe de seguridad del penal de Cadereyta estima le será muy complicado.
La fidelidad de Kraco es tal que si alguien se acerca a su dueño, se pone en alerta. Y si cualquier persona, aunque sea de broma, lo agrede, no duda en responder.
Pese a ello, todo el personal se ha encariñado con este perro de 8 años, que de estar al borde de la muerte en 2011, hoy es pieza fundamental en la seguridad del penal.
mmr