MONTERREY.- En la parte más alta de la colonia Contry una peculiar construcción llama la atención: Es la Casa de los Tubos.
Hace varias décadas iniciaron su construcción, pero una serie de extraños accidentes hizo que la dejaran a medias y abandonada.
Cuentan que un arquitecto la diseñó para que su hija adolescente, quien utilizaba silla de ruedas, pudiera desplazarse libremente por toda la casa, por eso la forma redonda de las habitaciones. Sin embargo, de manera inexplicable la jovencita cayó desde las alturas, tras salir por una ventana.
Luego de eso, el padre abandonó el proyecto, hasta que un día se quitó la vida. Conocida como la Casa de los Tubos, la residencia quedó inconclusa, hasta hace unos cinco años, cuando alguien la compró, la restauró y hoy viven en ella.
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