CIUDAD DE MÉXICO.- El cúmulo de irregularidades en la investigación sobre la muerte de su hija Lesvy Berlín, ha vuelto a su madre, Araceli, una especialista en leer los cuerpos de víctimas de feminicidios.
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Ella ha encabezado la lucha para que se castigue al feminicida de su hija y que se sancione a todas las autoridades responsables de que, en un principio, su caso haya sido investigado como un suicidio.
A la lucha de Araceli se sumaron, en primer lugar, miles de usuarias en redes sociales que posicionaron la etiqueta #SiMeMatan, después de que la procuraduría de justicia culpabilizó a Lesvy de su propia muerte.
Después, se sumaron especialistas del Instituto Nacional de Ciencias Penales así como de diversas organizaciones, para derrumbar la línea de investigación oficial, que aseguraba que Lesvy se suicidó.
Las irregularidades se fueron acumulando; no se resguardó el lugar donde fue encontrado el cuerpo de Lesvy, su pareja, Jorge González, fue interrogado como testigo y no como sospechoso, tampoco se le practicó ningún peritaje cuando fue a declarar ante el Ministerio Público, horas después del feminicidio mintió en seis ocasiones a las autoridades, además en julio del año pasado, el juez de control Christian Ricardo Franco Reyes, avaló el auto de vinculación por homicidio simple por omisión y no por feminicidio.
En mayo de este 2018, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) emitió la recomendación 1/2018, que determinó "falta de debida diligencia reforzada y negligencia en la atención a sus familiares".
Las autoridades señaladas como responsables fueron la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), la Procuraduría General de Justicia (PGJ) y el Tribunal Superior de Justicia (TSJ)
Las violaciones acreditadas fueron: al debido proceso , acceso a la justicia y derecho a la verdad , derecho a la integridad personal, derecho a la memoria de la persona fallecida y derecho a la intimidad y la vida privada, todo con tal de asegurar de que este caso paradigmático, no se quede sin castigo.
Ha pasado un año y medio de lucha contra todo un sistema que, al principio, culpabilizó a su hija de ser asesinada y después de todo este tiempo en el que abundó lo mismo el llanto que el aprendizaje, Araceli exige la alerta de violencia de género para que nadie más enfrente lo mismo que su hija y su familia.
JM