Un sitio poco conocido por los habitantes de la región lagunera ha logrado sobrevivir al paso del tiempo y es considerado como el mejor de los puntos para los amantes de respirar aire puro, hacer ejercicio y durante las noches observar las estrellas.
Se conoce como "La Placita en la Cuesta de la Fortuna", está ubicado a unos tres kilómetros de distancia partiendo del ejido El Guarache en Gómez Palacio hacia el extremo poniente de la Ciudad de Torreón.
De este sitio poco se sabe, como el que en 1994 fue construido por José Arturo Rivera, quien de acuerdo a los habitantes de zonas cercanas fue guardia de la Policía Rural y quien durante las noches cuidó el material que fue usado para las modificaciones a la carretera.
Desde este punto los paisajes son hermosos, es posible observar los caminos hacia el ejido Barreal de Guadalupe. El lugar cuenta con tres pequeñas edificaciones, entre ellas un estanque, además de una explanada amplia para detenerse a realizar un descanso, se caracteriza por no existir señal alguna de radio frecuencia o de telefonía celular, lo que sin duda alguna garantiza una estancia de paz.
Una de las características de este sitio, es que durante el día es posible observar entre los cerros pequeñas cuevas que al buscar llegar a ellas se puede ser testigo de su profundidad, un capricho que la naturaleza le obsequió a la Comarca Lagunera.
De igual forma, las capas de diversos sedimentos en el subsuelo forman diversas tonalidades de un material que desde lejos es sólido, pero que al tocarlo se destruye con gran facilidad.
El paraje "La Placita", aún que es poco visitado no está exento del vandalismo, pues su anuncio tiene marcado algunos disparos de arma de fuego y algo de basura en los desfiladeros.
El sitio es frecuentado por los ciclistas que buscan poner a prueba su capacidad física.