La ciudad de León cada vez está más vacía. Las calles no presentan mucho tráfico, muchos negocios han cerrado, las escuelas no tienen ingreso de alumnos y varios se han dedicado a trabajar desde sus casas como medida de prevención de contagios ante el covid-19.
Sin embargo, hay que detenernos un poco para enfocarnos en quienes no pueden realizar esta modalidad, las personas que viven del ingreso que perciben día a día y de quienes, por la naturaleza de su trabajo, no pueden detenerse, pues esto representaría un desorden en la ciudad.
Por esta razón, Telediario realizó varias entrevistas a personas que se encuentren en esta circunstancia, y conocer un poco sobre su perspectiva ante esta situación y cómo la están sobrellevando.
Limpieza en las calles
Hilaria Chico Serrano lleva barriendo las calles del bulevar Vicente Valtierra durante seis años. En todo este tiempo, ha sido testigo del movimiento vehicular durante las mañanas, comentando que ha sido bastante fluido.
Sin embargo, a raíz de esta situación, desde hace ya dos los vehículos que circulan por esta ciudad cada vez han sido menores, al punto de estar prácticamente desoladas.
No obstante, ella no puede contar con la opción que miles de ciudadanos tienen, pues en su trabajo le han comentado que las actividades no se detendrán por nada.
"Pues es que dicen que uno no puede dejar de trabajar porque se va a hacer un basurerío, y pues tengo que venir a trabajar", comenta Hortensia, quien también expresa su preocupación por contagiarse.
Mas la cantidad de basura acumulada en la zona de la que ella se hace cargo sigue siendo la misma, pese a que la ciudad no ha registrado tando actividad en los últimos días.
Gasolina
Por cuatro años, Jesús Hernández se ha dedicado a despachar gasolina en una estación que se encuentra en una de las arterias principales de esta ciudad. Como Hilaria, él también ha visto cómo poco a poco el tráfico ha ido disminuyendo en esta zona de León.
Sin embargo, esto que para muchos puede resultar beneficioso, para él termina siendo todo lo contrario, pues deja de percibir ingresos con la cantidad y frecuencia con que solía hacerlo.
Ante esta situación, Jesús se cuestiona por qué hay personas que se molestan con aquellos que no pueden quedarse en sus casas, pues él vive del ingreso diario que recibe por trabajar en esta estación.
"Las personas que no se molestan son porque tienen dinero y ellas sí tienen para mantenerse tres, cuatro meses sin trabajar, y nosotros no. Nosotros vamos al día", comenta Jesús, invitando a la reflexión. ¿La cuarentena es una cuestión de privilegio? En muchos (casi todos)los escenarios es un tajante sí.
La vida en el campo
María Servín Hernández vive en Plan de Ayala (Santa Rosa), en León, Guanajuato. Ella se dedica a trabajar en una recicladora de su propiedad, comentando que la situación económica cada vez ha sido más difícil, pues las fábricas que se dedican a la compra-venta del material que ella ofrece han cerrado, dejándolo apilado al fondo de su casa.
"Sí se está complicando porque es nuestra fuente de ingreso, es de donde nosotros sacamos el dinero para el día a día, llevar la comida a la mesa", explica María, mostrando una ligera tristeza en su tono de voz.
Ante esto, han acudido a los supermercados para poder abastecerse con algunos víveres, pero estos establecimientos poco a poco se están quedando sin alimento para vender, y las filas en ellos siguen siendo muy largas.
Concluye María con una recomendación que todos deberíamos acatar como lo hemos hecho con todas las demás medidas: "nos echemos la mano así como ciudadanos, entre nosotros".
Pese a los apoyos que se han brindado o intentado brindarse, la situación por la que se encuentran muchas personas rebasa las medidas preventivas que se emiten. Sí, se puede desinfectar las manos y superficies. Sí, se puede evitar el contacto físico con las personas. Sí, se puede cubrirse con el ángulo interno del codo al toser y estornudar. Pero hay algo que, por más que se pida, será imposible que se concrete, al menos en nuestro país: no trabajar en las calles o dejar de trabajar en lo absoluto.