La mancha de sargazo que avanza sobre costas de Quintana Roo traerá, según la última estimación de la Red de Monitoreo de Sargazo, una cantidad que elevará este año un total de 800 mil a un millón de toneladas del alga, cantidad que quintuplica las 170 mil toneladas que llegaron en 2018.
Ante este pronóstico, empresarios de Cozumel, Cancún y Puerto Morelos pidieron enfrentar el problema desde el mar, ya que aseguran “que las barreras utilizadas no están funcionando al ciento por ciento y temen que la magnitud de la mancha que se acerque las rebase, como ya ha sucedido en Playa del Carmen”.
Grupos ambientalistas y de la sociedad civil insisten que el problema tiene impacto negativo en el futuro de Quintana Roo como centro turístico.
Además, estos grupos aseguran que a este problema se le suma el daño social a escala nacional, por el alto número de empleos que genera la entidad, que son ocupados por mexicanos que vienen de todo el país.
Al respecto, el hidrobiólogo Esteban Amaro Mauricio, director de la Red de Monitoreo Cancún, reiteró que “más que económico o turístico, el problema de la invasión de macroalgas en playas locales es una grave situación medioambiental que se está politizando”.
Expuso que dado que este problema está creciendo resulta muy preocupante que las autoridades federales lo minimicen.
Al respecto, el presidente Andrés Manuel López Obrador acusó que “son los mismos” los que se negaban a que los recursos del Fondo de Fomento al Turismo se destinaran a las obras del Tren Maya porque “se lo clavaban” y los que ahora insisten en que el sargazo merece una declaración de emergencia, por lo que insistió en que mantiene su postura de que se trata de un problema con solución.