La Zona Metropolitana de Guadalajara es un panteón clandestino del crimen organizado.
En las últimas semanas, los trabajos realizados por colectivos para encontrar restos humanos han rendido frutos. De acuerdo con fuentes de la Fiscalía y colectivos integrados por familiares de personas desaparecidas, en la metrópoli tapatía se tienen detectadas al menos ocho fosas con restos humanos.
Las autoridades acordaron con los colectivos que las fosas se irán trabajando en el orden en el que fueron encontradas con la intención de que los restos sean examinados con precisión para la identificación plena de las víctimas.
Fuentes consultadas por este medio señalaron que los predios empleados por la delincuencia organizada para desaparecer personas se ubican en los municipios de San Pedro Tlaquepaque y Tlajomulco principalmente, pero también existen fosas en Zapopan y Guadalajara. Se presume que la mayoría de los cadáveres tienen pocos meses de evolución cadavérica.
Los colectivos dieron con fosas por las tareas de investigación que realizan sus integrantes. De igual manera, los colectivos denunciaron que varios de ellos encontraron restos de sus seres queridos desaparecidos en la fosa de El Mirador II, en Tlajomulco de Zúñiga, pero desafortunadamente los cuerpos no están completos.
Existen casos donde sólo se hallaron brazos, piernas o troncos de personas reportadas como desaparecidas, pero faltan las demás secciones anatómicas. Los colectivos han optado por acompañar en las diligencias a las autoridades, porque además de ser su derecho como señala la ley de víctimas, han detectado irregularidades al momento contabilizar las secciones anatómicas.
CGE