No han podido regresar a clases presenciales 173 niñas y niños inscritos en el jardín de niños Xochilt, por las malas condiciones en las que se encuentra el plantel educativo, el cual está ubicado en la segunda sección de la colonia Jalisco, en Tonalá.
Desde junio de 2019 a la fecha, el kínder ha sido saqueado y vandalizado en 18 ocasiones. Se han llevado mobiliario, cableado, tuberías, bombas de agua, materiales didácticos, computadoras y hasta tazas y platos. En el intento de quitar las protecciones de metal para saquear, han dañado y destruido las paredes perimetrales del plantel.
El kínder no cuenta con condiciones para que los alumnos vuelvan de forma segura ya que, entre otros problemas, no hay lavabos en los baños, se los llevaron.
La supervisora de la zona 87, María Antonia Ledezma, ha hecho 18 reportes ante la Secretaría de Educación Jalisco para que sea restituido el mobiliario robado y la infraestructura dañada, pero hasta el momento no les han dado ninguna solución o respuesta contundente.
Ledezma asegura que tienen las evidencias y los oficios sin embargo no tienen respuestas. También han solicitado a la Comisaría de Tonalá más patrullaje en la zona para que disminuyan los saqueos y actos vandálicos contra el jardín de niños pero les comentan que “Tonalá es muy pobre y no tienen personal, ni patrullas suficientes para atender y dar seguridad a las escuelas”.
Ante la nula acción por parte de la Secretaría de Educación Jalisco, las autoridades educativas del kínder no tienen certeza de cuándo podrán regresar a clases las niñas y niños, situación que preocupa al profesorado porque el kínder representaba un espacio seguro para los pequeños ante el contexto de violencia que se vive en la colonia.
Ivone Sánchez, una de las maestras, comentó en entrevista con Telediario Guadalajara que los alumnos necesitan urgentemente el regresar al aula porque es su lugar seguro, es su “válvula de escape de lo que pudieran vivir en su casa ya que la comunidad manifiesta altos índices de violencia, maltrato infantil, de criminalidad”; agregó que en las casas o en la calle no tienen la atención, ni la escucha, ni el cariño que podían encontrar en el jardín de niños.
MEN