MÉXICO.- Pese a que la captura de capos no es prioridad en la estrategia de seguridad del presidente Andrés Manuel López Obrador, su gobierno mantiene el ofrecimiento de millonarias recompensas por 134 líderes y miembros de organizaciones delictivas.
La Procuraduría General de la República (PGR) promete 30 millones de pesos a quien proporcione información útil y veraz que derive en la captura de Nemesio Oseguera, El Mencho, líder del cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG). A través del portal recompensas.gob.mx, ofrece la misma cantidad por Ismael Zambada, El Mayo, uno de los líderes del cártel de Sinaloa, y por Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, fundador de la organización a quien versiones han dado por muerto.
Por Juan Pablo Guijarro, El H1, líder de La Línea-Carrillo Fuentes; Juan Pablo Ledezma, segundo en la estructura del cártel de Juárez, y Mario Alberto Bayardo, dirigente de la banda de secuestradores Los Bayardo, la recompensa es de hasta 15 millones de pesos por cada uno.
La misma cantidad es para Óscar Morales Alvarado y Raúl Santamaría, El Santa, ambos miembros de la organización de plagiarios La Flor. Se prometen 10 millones de pesos por Maxiley Barahona, identificado como jefe de plaza de Los Zetas en Tabasco, Chiapas y Veracruz.
Así como por Alejandro Tenescalco Mejía, involucrado en la desaparición de los 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa, cuyo caso el actual gobierno federal se comprometió a resolver luego de desechar la “verdad histórica” que planteó la administración pasada.
Por Kenia Rocío Priego también se ofrecen 10 millones de pesos; está relacionada con la desaparición de 14 menores de edad del albergue Casitas del Sur de Ciudad de México, donde eran atendidas víctimas de maltrato. La actual administración ha sostenido que privilegiará el ataque a las finanzas de las organizaciones criminales por la detención de sus líderes.
Días antes de asumir el cargo, Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, criticó la estrategia del gobierno peñista de perseguir capos, porque, según su opinión, “no dio resultados” y generó más violencia al fragmentar a los grupos delictivos.
“De 122 objetivos prioritarios se han detenido a 120; sin embargo, la inseguridad ha ido creciendo”, dijo.
mmr