El ir y venir de camiones de carga regresó a Texcoco. En punto de las 7 de la mañana, decenas de tractocamiones entran por la puerta 8 de lo que iba a ser el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) a recoger parte del tezontle que se estaba utilizando en esa obra.
La que sería la pista 6 del NAIM es ahora un banco de material pétreo prácticamente inagotable que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) quiere aprovechar para abastecerse de insumos para la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, en Santa Lucía, y así generar ahorros en tiempo y dinero.
“No nos interesa cuánto tezontle haya aquí en Texcoco. ¡Hay en exceso para lo que nosotros requerimos! Lo que sí le puedo decir es que vamos a emplear aproximadamente 500 mil metros cúbicos y aquí en la pista 6 hay más de 900 mil metros cúbicos”, explica el coronel Javier de Jesús Santiago Cázares, uno de los ingenieros constructores militares encargados de la obra de Santa Lucía, quien agrega que esos 500 mil metros cúbicos significan un millón de toneladas.
Con esa cantidad será posible construir las tres pistas de Santa Lucía y las vialidades internas, tanto temporales como definitivas, del nuevo aeropuerto.
El 17 de octubre, cuando iniciaron las obras, el presidente Andrés Manuel López Obrador comprometió al general Gustavo Ricardo Vallejo, responsable del proyecto, a tenerlo listo para ser inaugurado el 21 de marzo de 2022, fecha que ratificó el general en la visita de supervisión que hizo el mandatario a la obra el pasado 30 de noviembre.
El costo final de las tres pistas está estimado en 7 mil millones de pesos, muy inferior a los 30 mil millones del plan de Texcoco. El ahorro que el material a reutilizar generará no puede estimarse en pesos, porque los costos han variado, pero el coronel Cázares asegura que tanto el tezontle como el basalto y la andesita extraídos de Texcoco recortarán el costo de las pistas de Santa Lucía en 30 por ciento.
“El basalto, principalmente, va a ser empleado para la elaboración del concreto que se va a emplear en las pistas”, explica. "Son materiales que ya no van a ser empleados y, al ser propiedad del Estado mexicano, la disposición del señor Presidente fue que se utilizaran y no se desperdiciaran", comenta el coronel, mientras los tractocamiones ya van pasando uno a uno a recibir en sus góndolas la carga correspondiente de tezontle; un trascabo se encarga de rascar en el suelo y sacar toneladas de estas piedras rojizas.
Los conductores de los camiones de carga y los hombres que funcionan como bandereros para ordenar el tránsito de los vehículos son miembros de la Confederación de Sindicatos Unidos por la Transformación de México y de otros sindicatos locales de trabajadores de la construcción, con quienes la Sedena logró un acuerdo para repartir el traslado del material.
Otros materiales
Pero no solo grava y otros materiales pétreos es lo que Texcoco abastecerá; también hay material eléctrico, tubería de drenaje y hasta acero.
Los materiales eléctricos están completamente reutilizables, dice el coronel. “No estaban instalados, estaban en los campamentos de las empresas que los iban a instalar, están nuevos, están empaquetados y así es como nos los estamos llevando”, señala.
Sin embargo, el acero tendrá un tratamiento selectivo, pues “estamos calculando, porque las estructuras (de Santa Lucía) se tendrían que diseñar conforme al material existente”.
El camino que recorren los tractocamiones entre Texcoco y Santa Lucía es de 31 kilómetros; el destino final es un predio adquirido a los ejidatarios de la zona en Tecámac, que se ubica en la parte trasera de la Base Aérea Militar de Santa Lucía, pero que en el futuro será el acceso principal desde el Circuito Exterior Mexiquense a la nueva terminal.
Ese predio, por ahora, servirá de banco de acopio de materiales pétreos desde donde el Ejército se irá abasteciendo conforme vaya avanzando la construcción del aeropuerto a su cargo.
El tezontle servirá para varios fines: desde recubrir el terreno para que el tránsito de los camiones sea más parejo hasta formar parte de las capas que requieren las pistas de la terminal aérea.
Cada día, los 200 tractocamiones trasladan 5 mil metros cúbicos de material, que además de generarle ahorros al Ejército evita una sobreexplotación de las minas que originalmente se aprovecharon para la construcción de Texcoco.
Contratos falsos
La Sedena alertó sobre la falsedad de presuntos contratos con una empresa intermediaria en obras para el aeropuerto de Santa Lucía.
En un comunicado, la dependencia explicó que “la información que se difunde a través de redes y medios digitales sobre presuntos contratos administrativos de adquisiciones, donde se menciona que la Secretaría de la Defensa Nacional y la empresa “Proyecta Constructora S A de C V, celebran un convenio para el suministro de triturados basálticos para la obra “Construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles” se hace saber a la opinión pública que el citado documento es falso”.
Precisó que quien lo ha difundido pretende “cobrar por adelantado a quienes deseen incorporarse a la citada construcción”, por lo que llamó a la ciudadanía a evitar ser víctima de algún tipo de fraude.
Ratificó que “no cuenta con intermediarios de ningún tipo ni pide dinero por adelantado para la contratación de trabajadores civiles para la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles”.
Informó también que ante esta acción fraudulenta efectuó la denuncia respectiva ante las autoridades correspondientes. De igual manera invitó a la población a denunciar cualquier indicio que denote la existencia de alguna ilegalidad en las contrataciones.