MÉXICO.- En México, el personal de salud que atiende a pacientes con Covid-19 ha comenzado a desarrollar severos problemas de salud mental, inclusive un incremento de ingesta de sustancias adictivas y, en algunos casos, auto-lesiones como un mecanismo extremo de defensa para afrontar una situación amenazante, aseguró Humberto Bautista, coordinador del departamento de psico-oncología del Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El especialista presentó una investigación del impacto que ha tenido la pandemia entre el personal de Wuhan, China, y la cual, aseguró, se puede replicar en México por la serie de reportes que a diario se generan de situaciones de estrés extremo, mala alimentación, pánico e hiperalerta: 71.5 por ciento presentan trastornos de angustia, es decir, ataques de miedo y de pánico, una sensación de querer salir corriendo.
“El 50.4 por ciento trastorno del estado de ánimo, que se refleja en cansancio extremo; el 44.6% trastorno de ansiedad generalizada, es decir, un miedo que se puede transformar en paranoia y el 34% padece de insomnio, problemas para dormir y poder recuperar energías. En conjunto todas estas manifestaciones están afectando al personal de salud de México, sobre todo a las enfermeras”, comentó el también miembro de miembro de la Sociedad Mexicana Oncológica.
Jornadas laborales de hasta 24 horasLas jornadas de trabajo, precisó al participar en la conferencia virtual “Los retos del profesional de la Salud durante la pandemia”, oscilan entre las 6 y 8 horas, aunque se han dado casos de hasta 24 horas por la falta de personal.
“Los de medicina interna, anestesia, infectología, trauma y neumólogos están solos. Los quirúrgicos ni se meten, tampoco de otras especialidades. Este personal que están en esas áreas restringidas, sin ventilación para evitar que se esparza el virus, y están con el equipo que los hacen sudar, atienden hasta 90 pacientes”, aclaró.
“¿Quién es el personal de salud más afectado? Directamente es enfermería, porque están al pie del cañón. Siempre está en enfrente del paciente. Los médicos ingresamos al paciente, valoramos al paciente, pero no estamos de forma directa. Enfermería es el alma de todas las unidades médicas, por lo tanto, es el sector que se lleva más golpes a nivel emocional y en segundo lugar, los médicos”, comentó.
El especialista aseguró que algunos integrantes del personal médico han utilizado bebidas alcohólicas porque les da "una sensación de falsa tranquilidad" y dañan su cuerpo para faltar a trabajar por miedo a contagiarse.
“Muchos están somatizando el estrés con náuseas y vómitos; algunos han disminuido su capacidad de atención. Hemos observado que tratan de anestesiarse con alcohol porque les da una sensación de falsa tranquilidad.
“Hay gente que se daña una parte de su cuerpo con el objetivo de faltar, de tener la justificación de no poder ir a dar atención médica. Esto se debe a ese miedo, convertido en pánico, de contagiarse y afectar a sus familiares”.
El equipo de protección, además, los hace sudar y deshidrata. Una vez que se colocan bata, guantes, cubrebocas y demás, no pueden ir al baño por estar en un área restringida, altamente contagiosa, y porque saben que no les van a reponer el equipo porque está escaso o no llegó, “Esa es la razón por la cual han optado por no toman agua”, aseveró en conferencia virtual.
Médicos enfrentan frustración por casos graves de coronavirusLa falta de consumo adecuada de agua, abundó al respecto Luisa Fernanda Román Mejía, especialista en obesidad y metabolismo, generará en el corto plazo lesión renal además el desarrollo de otras complicaciones, porque están comiendo productos con baja calidad nutricional para aguantar y porque están solos, lejos de la familia.
En México, además, coincidieron, se vive la ambivalencia de clasificarlos “héroes” y otros de discriminarlos, lanzándoles cloro, obligándolos a que se muden. Claro, puntualizó, también hay sectores que enfrentan el estrés otra manera, tienen miedo y nerviosismo, pero saben reconocer sus debilidades y fortalezas.
También enfrentan una situación de duelo y frustración, dijo, ya que aun cuando hacen su mayor esfuerzo terapéutico, muchos de los pacientes, por las enfermedades crónicas, se complican.
“Uno no quiere que el paciente sufra ni tampoco que tenga dolor. Solamente el 20% de los pacientes intubados y que se encuentran en áreas críticas sobreviven, el resto fallece”.
El personal que no se encuentra en áreas críticas también está desarrollando problemas mentales debido a que, de 10 pacientes, cinco tienen covid-19 y a ese sector solo le dan un cubrebocas. “El médico por supuesto que tiene miedo de estar infectado y ese miedo se exacerba cuando el paciente y el familiar estornudan, y su única protección es el cubrebocas sencillo”.
Por ello, subrayó Bautista Rodríguez, dentro de la ‘nueva normalidad’, todo el personal debe tener acceso a servicios de salud mental: “Es un deber moral, no solo del médico, sino de toda la sociedad. Hemos tenido muchos arranques, donde la sociedad es muy impulsiva, muy irascible, muy intolerante y comienzan a agredir. Uno puede tener salud física, pero si no hay salud mental, no tenemos salud”, advirtió.
mvls
MÉXICO.- En México, el personal de salud que atiende a pacientes con Covid-19 ha comenzado a desarrollar severos problemas de salud mental, inclusive un incremento de ingesta de sustancias adictivas y, en algunos casos, auto-lesiones como un mecanismo extremo de defensa para afrontar una situación amenazante, aseguró Humberto Bautista, coordinador del departamento de psico-oncología del Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El especialista presentó una investigación del impacto que ha tenido la pandemia entre el personal de Wuhan, China, y la cual, aseguró, se puede replicar en México por la serie de reportes que a diario se generan de situaciones de estrés extremo, mala alimentación, pánico e hiperalerta: 71.5 por ciento presentan trastornos de angustia, es decir, ataques de miedo y de pánico, una sensación de querer salir corriendo.
“El 50.4 por ciento trastorno del estado de ánimo, que se refleja en cansancio extremo; el 44.6% trastorno de ansiedad generalizada, es decir, un miedo que se puede transformar en paranoia y el 34% padece de insomnio, problemas para dormir y poder recuperar energías. En conjunto todas estas manifestaciones están afectando al personal de salud de México, sobre todo a las enfermeras”, comentó el también miembro de miembro de la Sociedad Mexicana Oncológica.
Jornadas laborales de hasta 24 horas
Las jornadas de trabajo, precisó al participar en la conferencia virtual “Los retos del profesional de la Salud durante la pandemia”, oscilan entre las 6 y 8 horas, aunque se han dado casos de hasta 24 horas por la falta de personal.
“Los de medicina interna, anestesia, infectología, trauma y neumólogos están solos. Los quirúrgicos ni se meten, tampoco de otras especialidades. Este personal que están en esas áreas restringidas, sin ventilación para evitar que se esparza el virus, y están con el equipo que los hacen sudar, atienden hasta 90 pacientes”, aclaró.
“¿Quién es el personal de salud más afectado? Directamente es enfermería, porque están al pie del cañón. Siempre está en enfrente del paciente. Los médicos ingresamos al paciente, valoramos al paciente, pero no estamos de forma directa. Enfermería es el alma de todas las unidades médicas, por lo tanto, es el sector que se lleva más golpes a nivel emocional y en segundo lugar, los médicos”, comentó.
El especialista aseguró que algunos integrantes del personal médico han utilizado bebidas alcohólicas porque les da "una sensación de falsa tranquilidad" y dañan su cuerpo para faltar a trabajar por miedo a contagiarse.
“Muchos están somatizando el estrés con náuseas y vómitos; algunos han disminuido su capacidad de atención. Hemos observado que tratan de anestesiarse con alcohol porque les da una sensación de falsa tranquilidad.
“Hay gente que se daña una parte de su cuerpo con el objetivo de faltar, de tener la justificación de no poder ir a dar atención médica. Esto se debe a ese miedo, convertido en pánico, de contagiarse y afectar a sus familiares”.
El equipo de protección, además, los hace sudar y deshidrata. Una vez que se colocan bata, guantes, cubrebocas y demás, no pueden ir al baño por estar en un área restringida, altamente contagiosa, y porque saben que no les van a reponer el equipo porque está escaso o no llegó, “Esa es la razón por la cual han optado por no toman agua”, aseveró en conferencia virtual.
Médicos enfrentan frustración por casos graves de coronavirus
La falta de consumo adecuada de agua, abundó al respecto Luisa Fernanda Román Mejía, especialista en obesidad y metabolismo, generará en el corto plazo lesión renal además el desarrollo de otras complicaciones, porque están comiendo productos con baja calidad nutricional para aguantar y porque están solos, lejos de la familia.
En México, además, coincidieron, se vive la ambivalencia de clasificarlos “héroes” y otros de discriminarlos, lanzándoles cloro, obligándolos a que se muden. Claro, puntualizó, también hay sectores que enfrentan el estrés otra manera, tienen miedo y nerviosismo, pero saben reconocer sus debilidades y fortalezas.
También enfrentan una situación de duelo y frustración, dijo, ya que aun cuando hacen su mayor esfuerzo terapéutico, muchos de los pacientes, por las enfermedades crónicas, se complican.
“Uno no quiere que el paciente sufra ni tampoco que tenga dolor. Solamente el 20% de los pacientes intubados y que se encuentran en áreas críticas sobreviven, el resto fallece”.
El personal que no se encuentra en áreas críticas también está desarrollando problemas mentales debido a que, de 10 pacientes, cinco tienen covid-19 y a ese sector solo le dan un cubrebocas. “El médico por supuesto que tiene miedo de estar infectado y ese miedo se exacerba cuando el paciente y el familiar estornudan, y su única protección es el cubrebocas sencillo”.
Por ello, subrayó Bautista Rodríguez, dentro de la ‘nueva normalidad’, todo el personal debe tener acceso a servicios de salud mental: “Es un deber moral, no solo del médico, sino de toda la sociedad. Hemos tenido muchos arranques, donde la sociedad es muy impulsiva, muy irascible, muy intolerante y comienzan a agredir. Uno puede tener salud física, pero si no hay salud mental, no tenemos salud”, advirtió.
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