CIUDAD DE MÉXICO.- El mercado negro de tarjetas para subirse al Metro, Metrobús y Tren Ligero tiene sus días contados, porque se cambiarán la tecnología utilizada para la recarga de esos plásticos, y que no puedan venderse en lugares que no están autorizados, o que se recarguen con equipos robados, para después venderse por 50 o 60 pesos, con saldos de hasta 120 pesos. Por esos hechos ya se inició una carpeta de investigación en la Procuraduría General de Justicia (PGJ).
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El Metro y Metrobús presentaron una denuncia ante la Procuraduría porque es considerado como un delito.
La jefa de Gobierno hizo un llamado para no comprar estos plásticos porque solo afectan esos servicios de movilidad.
La policía cibernética investiga las IP de las páginas donde se ofrecen las tarjetas recargadas de forma ilegal, para dar con los responsables del daño al erario.
IHL