El rector general de la Universidad de Guanajuato (UG), Luis Felipe Guerrero Agripino, dio a conocer parte de las acciones a tomar en su segunda gestión consecutiva al frente de la Máxima Casa de Estudios, entre las que destaca la implementación en menos de un mes de una nueva estrategia para prevenir la violencia de género en toda la comunidad universitaria.
“Estoy analizando varias posibilidades, tanto en procedimientos como en estructura, llevamos un avance muy importante, esperamos que en un mes más o menos tengamos ya un protocolo o instrumentos nuevos que también debe incidir en el programa institucional sobre qué otros mecanismos podemos posibilitar o construir para los efectos deseados".
“Las sociedades están cambiando, las personas están haciendo visibles muchos problemas que antes pareciera ser que se ocultaban y que no se ponían en evidencia en torno a toda su complejidad, particularmente en nuestro país no podemos soslayar niveles de violencia en todos los ámbitos y uno de ellos es la violencia de género en todas sus variantes: acoso, hostigamiento, hostilidades, discriminación, etcétera”, explicó.
Afirmó que en la UG no se permite la normalización de este tipo de violencia y que ante la fortuna de un contexto cambiante, no pueden haber acciones que limiten el esfuerzo por mejorar el entorno de toda la comunidad estudiantil.
“Creo que ha habido grandes esfuerzos institucionales, sería injusto no reconocerlos, a compañeras y compañeros que han aportado y dado mucho para que las cosas sucedan de manera diferente, de la construcción de un entorno más favorable, pero como representantes de una institución debemos redoblar nuestros esfuerzos en varios ámbitos”, consideró.
Uno de ellos, es la puesta en marcha de mejores esquemas de convivencia en el ámbito universitario con la modificación de pautas culturales, prácticas para el desarrollo cotidiano con la revisión constante de un “régimen sancionador”.
“También hay que entender que la sanción sucede una vez que el agravio existe, por lo que hay que hacer todo aquello que permita construir una cultura de paz en la universidad, referida a personas de carne y hueso, con defectos, que se equivocan, pero que en ese contexto, como institución tengamos las bases que nos permitan transitar en un espacio respetuoso”, comentó.
El también académico señaló que se buscará la creación de mecanismos para que entre la comunidad exista un fomento sobre la perspectiva de género desde todos los ámbitos, pero que ante ello, no podrá asegurar que no existirán casos en los que sean violentados los derechos de mujeres y personas en situación vulnerable.
Más retos por comenzar
Guerrero Agripino realizó un recuento de los últimos 13 años en los que de manera consecutiva ha ocupado cargos de representación institucional, primero en la Dirección de la Facultad de Derecho, más siete años como Rector del Campus Guanajuato, y ahora como Rector General.
“No se trata de continuar en un cargo, sino cerrar un periodo, estamos en el proceso de cierre del periodo, se trata de un nuevo periodo en el que debe haber continuidad a algunas cosas pero también otras nuevas y tenemos que estar preparados para enfrentar situaciones nuevas”, expresó.
Otro de los proyectos a destacar fue el Programa de Equidad Regional, con el que más de 100 jóvenes que viven en municipios con nulo acceso a la preparación profesional se vieron beneficiados de obtener entre otros beneficios: pase directo al programa académico, no cobro de inscripción y un apoyo económico mensual, con el que se han obtenido buenos resultados acorde a estudios de seguimiento.
El Rector General también mencionó el gran potencial cultural y artístico de la Universidad, por lo que se buscará en el próximo periodo el fortalecimiento de programas culturales que incluso puedan proyectarla a un mercado internacional.
La vinculación académica para dar solución a temas de relevancia en la región también será otra de las líneas de trabajo que se van a impulsar, al igual que la ampliación de la oferta educativa a través de modelos no presenciales, con el respaldo de herramientas y tecnología que hoy está prácticamente al alcance de todos.
Como país, mencionó, existe el reto de abrir aún más oportunidades de continuar con la preparación laboral para los jóvenes que así lo deseen, no obstante, dijo que si una institución no ofrece estudios de calidad deja en condiciones de desventaja y vulnerabilidad a aquellos que confían en su modelo educativo.
“Defraudamos las expectativas del estudiante si solamente le decimos que tendrá un título, queremos el respaldo en la formación de la persona con el título, más no éste último sin formación; el título debe representar una consecuencia necesaria de una formación integral que le permita a la persona aprender a aprender durante toda su vida”, recalcó.
El otro gran reto es la falta de formación integral de los estudiantes, ya que en muchas ocasiones se les prepara para ocupar un cargo o desempeñar alguna profesión que al paso de los años se vuelve obsoleto o convergen nuevas formas de realizarlos y esto no se contempla en su preparación universitaria.
“Pero también debemos ser capaz de formar al estudiante para que sea capaz de construir sus escenarios, de abrirse oportunidades, porque no podemos enviarle un mensaje en el sentido de que solamente cumpla con terminar un título y luego el Estado, quién sabe de dónde, le dará un empleo, el asunto no es así”, puntualizó Guerrero Agripino.