En México, 41% de los adultos mayores viven en pobreza: Coneval

El año pasado, el Gobierno Federal duplicó el monto de la pensión para los adultos mayores, pero los ingresos aún son inferiores para superar la línea de pobreza.

En México, 41% de los adultos mayores viven en pobreza: Coneval
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MÉXICO.- El 41.1 por ciento de los adultos de 65 años o más festejarán el día del abuelo en condiciones de pobreza; esto, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

El documento “Pobreza y personas mayores en México” detalla que, de ese porcentaje sólo el 38.3 por ciento recibe una pensión, mientras que el 47.6 por ciento no cuenta con este tipo de apoyo.

Por ello, el organismo autónomo alerta sobre la importancia de modificar el Sistema de Ahorro para el Retiro y asegurar mayores aportaciones obrero-patronales, así como contar con mecanismos que garantice un ingreso mayor al salario mínimo.

“Es necesaria la expansión del mercado laboral formal y la extensión de cobertura de seguridad social a quienes trabajan en el sector informal. Es crucial que la población ocupada cuente con opciones atractivas y viables de ahorro para el retiro y que, con esto, sean más personas que cuenten con seguridad social y pensión”.

El documento concluye que el rápido envejecimiento de la población, así como las condiciones que se han presentado en el contexto, podrían provocar aumentos importantes en la incidencia de la pobreza en México si no se toman medidas adecuadas en el corto y mediano plazo.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (Conapo), en 2018 había 9.1 millones de personas de 65 o más años en el país, quienes representaban el 7.2 por ciento de la población total del país.

En ese mismo año, en el 23 por ciento de los hogares mexicanos residía por lo menos una persona en ese rango de edad y, en 8 de cada 10 de estos, era considerado el jefe de familia. A pesar de ello, el Coneval alerta que, de los abuelos en pobreza, casi el 7 por ciento sobrevive en condiciones extremas.

“El alto número de personas de 65 años o más con ingreso insuficiente para satisfacer sus necesidades básicas o sin acceso a pensión ha vuelto imprescindible la creación de programas sociales contra la pobreza en la vejez”.

En 2018, el Coneval informó que siete de cada diez personas de 65 años o más recibían ingresos por pensión por jubilación o por programas sociales, sin embargo, esta condición no es suficiente para erradicar la pobreza entre esta población.

“Las transferencias monetarias, principalmente las pensiones por jubilación y los apoyos por programas sociales, fueron el principal ingreso de la población de 65 años o más en 2018. Las mujeres en edad avanzada ameritan especial atención, ya que son más propensas a carecer de pensión por jubilación y depender de los apoyos de pensión vía programas sociales”, dice el estudio. La situación para la población de al menor 65 años tampoco es muy alentadora.

“En 2018, cerca de la mitad de la población de al menos 65 años (49.4 por ciento) no tuvo ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas, a su vez, siete de cada diez personas no contaban con pensión”.

A través de evaluaciones de consistencia y resultados al Programa Pensión para Adultos Mayores, el Coneval mostró que, desde 2016, 14 por ciento de su población objetivo no disfrutaba de los beneficios del programa y que, para 2017, este porcentaje aumentó a 25 por ciento.

Esto es consecuencia, principalmente, de las presiones derivadas de la inercia demográfica, así como de la limitación del presupuesto asignado, que desde 2015 a 2018 mostró mayores reducciones y, en 2018, fue 21.3 por ciento menor que en 2015.

“Nominalmente el programa otorgaba seguridad social a esta población; sin embargo, no se puede decir que protegía completamente el bienestar económico de las personas, debido a que la cantidad monetaria otorgada era muy baja y resultaba insuficiente para cubrir, siquiera, el costo de la canasta alimentaria. Por tanto, a escala nacional esta medida ha sido insuficiente para superar la pobreza” Si bien, entre 2010 y 2018 hubo una ampliación en la cobertura apoyos sociales, donde se pasó de atender de 1.7 a 4 millones de personas, el aumento no ha tenido el efecto esperado en la disminución de la pobreza en este grupo poblacional.

Entre los mismos años, el porcentaje de esta población en situación de pobreza pasó de 45.7 por ciento a 41.1 por ciento, lo que significó una reducción de 4.6 puntos, mientras que, en términos absolutos, el número de personas de 65 o más años en situación de pobreza aumentó de 3.6 a 4.3 millones.

En 2018, el Coneval emitió recomendaciones enfocadas a la atención de la población mayor, entre ellas, se señaló que era necesario diseñar un sistema de protección universal que sustituyera programas sociales inconexos y dispersos, así como garantizar un ingreso que les permitiera enfrentar eventualidades asociadas a enfermedad, invalidez, pérdida de ingresos y deficiencias estructurales del sistema de seguridad social.

En 2018, siete de cada 10 personas de 65 años o más (7.2 de 10.4 millones) recibieron ingresos por pensión (contributiva o no contributiva).

Sin embargo, la condición de recibirla no fue suficiente para erradicar la pobreza entre este grupo, ya que 38.3 por ciento de esta población se encontraba en pobreza y cerca de la mitad no contó con ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas.

El año pasado, el Gobierno Federal duplicó el monto a la ahora nombrada “Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores”, en concordancia con las recomendaciones del Coneval. Sin embargo, los ingresos aún son inferiores a la línea de pobreza.

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MÉXICO.- El 41.1 por ciento de los adultos de 65 años o más festejarán el día del abuelo en condiciones de pobreza; esto, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

 

El documento “Pobreza y personas mayores en México” detalla que, de ese porcentaje sólo el 38.3 por ciento recibe una pensión, mientras que el 47.6 por ciento no cuenta con este tipo de apoyo.

 

Por ello, el organismo autónomo alerta sobre la importancia de modificar el Sistema de Ahorro para el Retiro y asegurar mayores aportaciones obrero-patronales, así como contar con mecanismos que garantice un ingreso mayor al salario mínimo.

 

“Es necesaria la expansión del mercado laboral formal y la extensión de cobertura de seguridad social a quienes trabajan en el sector informal. Es crucial que la población ocupada cuente con opciones atractivas y viables de ahorro para el retiro y que, con esto, sean más personas que cuenten con seguridad social y pensión”.

 

El documento concluye que el rápido envejecimiento de la población, así como las condiciones que se han presentado en el contexto, podrían provocar aumentos importantes en la incidencia de la pobreza en México si no se toman medidas adecuadas en el corto y mediano plazo.

 

De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (Conapo), en 2018 había 9.1 millones de personas de 65 o más años en el país, quienes representaban el 7.2 por ciento de la población total del país.

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En ese mismo año, en el 23 por ciento de los hogares mexicanos residía por lo menos una persona en ese rango de edad y, en 8 de cada 10 de estos, era considerado el jefe de familia. A pesar de ello, el Coneval alerta que, de los abuelos en pobreza, casi el 7 por ciento sobrevive en condiciones extremas.

 

“El alto número de personas de 65 años o más con ingreso insuficiente para satisfacer sus necesidades básicas o sin acceso a pensión ha vuelto imprescindible la creación de programas sociales contra la pobreza en la vejez”.

 

En 2018, el Coneval informó que siete de cada diez personas de 65 años o más recibían ingresos por pensión por jubilación o por programas sociales, sin embargo, esta condición no es suficiente para erradicar la pobreza entre esta población.

 

“Las transferencias monetarias, principalmente las pensiones por jubilación y los apoyos por programas sociales, fueron el principal ingreso de la población de 65 años o más en 2018. Las mujeres en edad avanzada ameritan especial atención, ya que son más propensas a carecer de pensión por jubilación y depender de los apoyos de pensión vía programas sociales”, dice el estudio. La situación para la población de al menor 65 años tampoco es muy alentadora.

 

“En 2018, cerca de la mitad de la población de al menos 65 años (49.4 por ciento) no tuvo ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas, a su vez, siete de cada diez personas no contaban con pensión”.

 

A través de evaluaciones de consistencia y resultados al Programa Pensión para Adultos Mayores, el Coneval mostró que, desde 2016, 14 por ciento de su población objetivo no disfrutaba de los beneficios del programa y que, para 2017, este porcentaje aumentó a 25 por ciento.

 

Esto es consecuencia, principalmente, de las presiones derivadas de la inercia demográfica, así como de la limitación del presupuesto asignado, que desde 2015 a 2018 mostró mayores reducciones y, en 2018, fue 21.3 por ciento menor que en 2015.

 

“Nominalmente el programa otorgaba seguridad social a esta población; sin embargo, no se puede decir que protegía completamente el bienestar económico de las personas, debido a que la cantidad monetaria otorgada era muy baja y resultaba insuficiente para cubrir, siquiera, el costo de la canasta alimentaria. Por tanto, a escala nacional esta medida ha sido insuficiente para superar la pobreza” Si bien, entre 2010 y 2018 hubo una ampliación en la cobertura apoyos sociales, donde se pasó de atender de 1.7 a 4 millones de personas, el aumento no ha tenido el efecto esperado en la disminución de la pobreza en este grupo poblacional.

 

Entre los mismos años, el porcentaje de esta población en situación de pobreza pasó de 45.7 por ciento a 41.1 por ciento, lo que significó una reducción de 4.6 puntos, mientras que, en términos absolutos, el número de personas de 65 o más años en situación de pobreza aumentó de 3.6 a 4.3 millones.

 

En 2018, el Coneval emitió recomendaciones enfocadas a la atención de la población mayor, entre ellas, se señaló que era necesario diseñar un sistema de protección universal que sustituyera programas sociales inconexos y dispersos, así como garantizar un ingreso que les permitiera enfrentar eventualidades asociadas a enfermedad, invalidez, pérdida de ingresos y deficiencias estructurales del sistema de seguridad social.

 

En 2018, siete de cada 10 personas de 65 años o más (7.2 de 10.4 millones) recibieron ingresos por pensión (contributiva o no contributiva).

 

Sin embargo, la condición de recibirla no fue suficiente para erradicar la pobreza entre este grupo, ya que 38.3 por ciento de esta población se encontraba en pobreza y cerca de la mitad no contó con ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas.

 

El año pasado, el Gobierno Federal duplicó el monto a la ahora nombrada “Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores”, en concordancia con las recomendaciones del Coneval. Sin embargo, los ingresos aún son inferiores a la línea de pobreza.

 

 

 

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