La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) elevó sus perspectivas de crecimiento para México a 2.5 por ciento en 2018 y 2.8 en 2019, por el efecto positivo de la recuperación de la economía mundial.
“Lo que vemos es que México está acompañando la mejora en la economía global; es decir, la economía está en un periodo de crecimiento que nos parece más sólido, con indicadores muy positivos”, dijo en entrevista el director de Estudios de Política Económica de la OCDE, Luiz de Mello, después de participar en el panel Potenciar la política fiscal con sentido social, en el Foro OCDE 2018, Un futuro con crecimiento e inclusión.
Explicó que México es una economía integrada a cadenas globales, abierta, que se beneficia del nuevo ímpetu que se observa en la economía global, y eso justifica la revisión al alza que la OCDE hizo para México.
“Vemos que la recuperación de la economía global está más amplia, está afectando más regiones del mundo”, abundó el directivo del organismo internacional.
El reporte de la OCDE destaca el impulso al crecimiento a corto plazo derivado de las nuevas reducciones impositivas, los aumentos esperados del gasto en Estados Unidos y el estímulo fiscal previsto en Alemania.
Sin embargo, también señaló una serie de riesgos y vulnerabilidades del sector financiero, así como los planteados por un aumento del proteccionismo.
“Una escalada de tensiones comerciales dañaría el crecimiento y el empleo. Los países deben confiar en soluciones colectivas, como el Foro Mundial sobre Exceso de Capacidad de Acero, para abordar cuestiones específicas. La salvaguarda del sistema de comercio internacional basado en reglas es clave”, expresó el economista en jefe interino de la OCDE, Álvaro Pereira.
El documento de la OCDE señala que existe una gama de políticas que ayudan a mantener el crecimiento a mediano plazo, pero instó a los países a agregar dinamismo a los esfuerzos de reforma estructural, particularmente en las áreas de impuestos y habilidades.
Además, añadió el organismo que preside José Ángel Gurría, la postura fiscal en los países avanzados debería apoyar, no sobreestimular, la demanda
Mala infraestructura
La corrupción y falta de coordinación entre los diferentes niveles de gobierno, así como la ausencia de un reglamento nacional, son algunos elementos que han provocado que haya falta de infraestructura en México.
Durante su participación en el Foro OCDE México 2018, Gerardo Gutiérrez Candiani, titular de la Autoridad Federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales; María Elena Estavillo, comisionada del Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel), y Sergio Alcocer, investigador de la UNAM, destacaron los rezagos que enfrenta México por falta de infraestructura.
En materia de telecomunicaciones, Estavillo destacó que la corrupción y la ignorancia sobre los beneficios que representan la colocación de infraestructura de comunicaciones es lo que provoca el rezago. Esto pese a que está demostrado que tiene un efecto multiplicador en la economía de cualquier país.
“Uno de los temas prioritarios es incrementar la cobertura y penetración de los servicios para reducir la brecha digital, y ahí tenemos un reto muy grande porque aunque ha crecido, se ve una gran desigualdad en el desarrollo de estos servicios, lo que tiene que ver con un desarrollo muy desigual de la infraestructura regional y local”, dijo la comisionada.
Las problemáticas difieren mucho de acuerdo al nivel socioeconómico, que va desde no permitir despliegue de torres por daño al paisaje, hasta la falta total de una persona o encargado de dar permisos para ello.
Gutiérrez Candiani destacó que hay acciones que se están siguiendo en el país, como las políticas de crecimiento urbano ordenado.
Sin embargo, Sergio Alcocer destacó que se debe reconocer que el actual modelo de desarrollo de infraestructura está agotado y se necesita mejorar. “México necesita de un reglamento de construcción nacional, hay 2 mil 500, uno por cada municipio y eso es parte del problema”, apuntó el especialistas.