Ciudad de México.- Para reducir el riesgo de que organizaciones terroristas usen territorio mexicano como trampolín hacia el norte, los gobiernos de México y Estados Unidos mantienen activo, a través del Instituto Nacional de Migración, un programa de identificación biométrica de migrantes de países de interés para Washington en materia de seguridad.
Para ese fin, el gobierno de Donald Trump ha invertido, desde el sexenio anterior, recursos con el fin de crear una red informática de identificación de indocumentados en territorio mexicano, confirman registros oficiales.
Funcionarios gubernamentales consultados por MILENIO confirmaron que los protocolos de identificación, que consisten en la toma de huellas dactilares y una fotografía para su comparación con las bases de datos del Departamento de Seguridad Interna, el Pentágono y otras agencias de seguridad estadunidenses, se han aplicado en meses recientes para evitar que entre los miles de migrantes que se encuentran en el país para solicitar asilo haya infiltración de personas que representen un potencial riesgo de seguridad para Estados Unidos.
Entre otros miles de migrantes, el programa de identificación del INM ha sido empleado en algunos de los 190 ciudadanos musulmanes de Medio Oriente y el norte de África que actualmente permanecen varados en la frontera norte a la espera de sus citas de asilo en Estados Unidos y entre quienes se incluyen varios de países considerados de “atención especial” para Washington por la presencia de organizaciones terroristas, como Siria, Irán y Yemen.