MÉXICO.- El desarrollo de una vacuna contra el covid-19 es un asunto de seguridad nacional y por ello la Secretaría de Salud (Ssa) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) impulsan su desarrollo y producción.
De manera que si bien ya se garantizaron las primeras dosis en México de la inmunización en proceso en manos de Oxford-AstraZeneca en los próximos dos años, las subsecuentes podrán ser productos nacionales. Para ello crearon el Comité Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de Desarrollo de Vacunas (CNCTI-Vacunas), que incluye la reactivación de Biológicos y Reactivos de México (Birmex), paralela al acuerdo para producir y distribuir la vacuna de Oxford-AstraZeneca con apoyo de la Fundación Carlos Slim.
“Se está articulando una hoja de ruta, un plan estratégico a corto, mediano y largo plazos para atender esta necesidad estratégica de seguridad nacional. De no solamente probar vacunas o de adquirir las que son urgentes, como lo es la del covid-19, sino también investigar para el desarrollo de vacunas propias.
“Las cuales nos hagan un país más soberano y mejor preparado para enfrentar este tipo de pandemias y que nos permitan prevenir los impactos sociales de salud pública y económicos que tienen”, dijo a MILENIO María Elena Álvarez-Buylla Roces, directora del Conacyt.
Durante el webinario científico “Desarrollo de vacunas covid-19”, organizado por Conacyt, el doctor Arturo Reyes Sandoval, investigador del Instituto Jenner de la Universidad de Oxford, destacó la importancia de que a corto plazo se asegure que el país cuente con las vacunas que ya se están produciendo.
Pero subrayó que a mediano y largo plazos lo más deseable es que México desarrolle sus vacunas y plataformas, pues el virus SARS CoV-2 llegó para quedarse y es muy probable que la población necesite más de una dosis en su vida, además de los que van naciendo.
“México ha sido caracterizado, desde hace muchos años, por producir y exportar vacunas.
Ahora se puede recrear ese ambiente para tener esa cobertura para nuestra población, pero además venderlas a otros países”, dijo el integrante del CNCTI-Vacunas.
Al respecto, Álvarez-Buylla indicó que el comité nacional de desarrollo de vacunas se desprende del Proyecto Nacional de Investigación e Incidencia (Pronaii) en Virología, que a su vez es parte del Programa Nacional Estratégico de Salud, coordinado por el secretario de Salud, Jorge Alcocer.
“El comité empezó a sesionar hace cerca de dos meses, específicamente para responder a una convocatoria que hicimos para proyectos de vacunas; ya se evalúan proyectos de todas las entidades académicas: UNAM, universidades autónomas de los estados, el Tec de Monterrey y empresas”, indicó.
Participan Cecilia Alpuche Aranda, directora del Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas del Instituto Nacional de Salud Pública; Carlos Arias Ortiz, líder académico del Instituto de Biotecnología de la UNAM; Carlos Crispín Acuña, investigador del Instituto Nacional de Nutrición; Constantino López Macías, jefe de la Unidad de Investigación Médica e Inmunoquímica del Centro Médico Nacional Siglo XXI.
Gustavo Reyes, coordinador de los Institutos Nacionales de Salud; los doctores Jorge Reyes de Millipore Sigma; Alfredo Torres de la Universidad de Texas y Arturo Reyes Sandoval de la Universidad de Oxford.
mmr
MÉXICO.- El desarrollo de una vacuna contra el covid-19 es un asunto de seguridad nacional y por ello la Secretaría de Salud (Ssa) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) impulsan su desarrollo y producción.
De manera que si bien ya se garantizaron las primeras dosis en México de la inmunización en proceso en manos de Oxford-AstraZeneca en los próximos dos años, las subsecuentes podrán ser productos nacionales. Para ello crearon el Comité Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de Desarrollo de Vacunas (CNCTI-Vacunas), que incluye la reactivación de Biológicos y Reactivos de México (Birmex), paralela al acuerdo para producir y distribuir la vacuna de Oxford-AstraZeneca con apoyo de la Fundación Carlos Slim.
“Se está articulando una hoja de ruta, un plan estratégico a corto, mediano y largo plazos para atender esta necesidad estratégica de seguridad nacional. De no solamente probar vacunas o de adquirir las que son urgentes, como lo es la del covid-19, sino también investigar para el desarrollo de vacunas propias.
“Las cuales nos hagan un país más soberano y mejor preparado para enfrentar este tipo de pandemias y que nos permitan prevenir los impactos sociales de salud pública y económicos que tienen”, dijo a MILENIO María Elena Álvarez-Buylla Roces, directora del Conacyt.
Durante el webinario científico “Desarrollo de vacunas covid-19”, organizado por Conacyt, el doctor Arturo Reyes Sandoval, investigador del Instituto Jenner de la Universidad de Oxford, destacó la importancia de que a corto plazo se asegure que el país cuente con las vacunas que ya se están produciendo.
Pero subrayó que a mediano y largo plazos lo más deseable es que México desarrolle sus vacunas y plataformas, pues el virus SARS CoV-2 llegó para quedarse y es muy probable que la población necesite más de una dosis en su vida, además de los que van naciendo.
“México ha sido caracterizado, desde hace muchos años, por producir y exportar vacunas.
Ahora se puede recrear ese ambiente para tener esa cobertura para nuestra población, pero además venderlas a otros países”, dijo el integrante del CNCTI-Vacunas.
Al respecto, Álvarez-Buylla indicó que el comité nacional de desarrollo de vacunas se desprende del Proyecto Nacional de Investigación e Incidencia (Pronaii) en Virología, que a su vez es parte del Programa Nacional Estratégico de Salud, coordinado por el secretario de Salud, Jorge Alcocer.
“El comité empezó a sesionar hace cerca de dos meses, específicamente para responder a una convocatoria que hicimos para proyectos de vacunas; ya se evalúan proyectos de todas las entidades académicas: UNAM, universidades autónomas de los estados, el Tec de Monterrey y empresas”, indicó.
Participan Cecilia Alpuche Aranda, directora del Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas del Instituto Nacional de Salud Pública; Carlos Arias Ortiz, líder académico del Instituto de Biotecnología de la UNAM; Carlos Crispín Acuña, investigador del Instituto Nacional de Nutrición; Constantino López Macías, jefe de la Unidad de Investigación Médica e Inmunoquímica del Centro Médico Nacional Siglo XXI.
Gustavo Reyes, coordinador de los Institutos Nacionales de Salud; los doctores Jorge Reyes de Millipore Sigma; Alfredo Torres de la Universidad de Texas y Arturo Reyes Sandoval de la Universidad de Oxford.
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