Durango. Con 63 años, doña Marí sale todos los días a la calle buscando la oportunidad de ganar unos cuantos pesos para poder alimentar a su familia y poder sobre llevar la contingencia del Covid-19 en la capital.
Con una enfermedad crónica sobre las vías respiratorias, doña Mary, es candidata por excelencia a contraer la pandemia, no obstante, gracias a la crianza que sus abuelos le dieron desde pequeña, esta ha sabido forjar templanza y carácter para no darse por vencida ante ninguna situación.
Haciéndose cargo de su nieto y su hijo, la señora Pánuco vive al día con lo que logra vender o con lo que las personas de buen corazón le aportan, sin embargo, durante los últimos días, las ayudas y las ventas han decaído notablemente.
Consciente de que no es la única persona que vive bajo éstas circunstancia, doña Mary no tiene miedo a contraer el virus y morir, ya que sabe, que si está tiene que dejar el plano terrenal, su familia podrá encargarse de su nieto y su hijo, ya que, a pesar de la distancia, el apoyo de sus seres queridos.