Las labores de la Caravana de Búsqueda de Personas Desaparecidas al interior del Centro de Prevención y Reinserción Social (CePreReSo) de Irapuato concluyeron con 0 casos positivos de identificación. Sin embargo, el hallazgo de una nueva fosa en Irapuato el pasado 11 de mayo ha presentado una nueva luz para mujeres miembros del colectivo “Mariposas Destellando Buscando Corazones y Esperanza” de este municipio.
Es el caso de Karen Ortega y María de los Santos, las únicas de este colectivo que acudieron al Centro de Reinserción para buscar a su padre e hijo respectivamente. Aunque su más grande anhelo sería encontrar a sus familiares con vida, admiten que la certeza de saber ¿Qué fue de ellos? les brindaría Paz.
Fueron por lo menos seis los cuerpos encontrados en la fosa clandestina ubicada en la comunidad Rosario de Covarrubias de este municipio, la Fiscalía realizó las labores periciales para levantar los cuerpos, ahora resta esperar a su identificación.
” Hasta ahorita no hemos tenido ninguna respuesta, ya que fiscalía fue quien sacó los cuerpos y no han permitido que comisión entre, no hemos tenido ninguna información”
Narra Karen que busca a su padre Juan Antonio Ortega; cumplió un año de desaparecido apenas este 7 de mayo, tendría 47 años de edad, es delgado y de tez morena, una manta con su fotografía la acompaña a donde va.
La esperanza es mayor, dado que sus familiares desaparecieron recientemente, María de los Santos emprendió la búsqueda de su hijo Pedro Manuel Adame Meza que junto con su pareja, desapareció el 1 de abril de 2020, salió de su casa en la colonia arboledas y mas nunca volvió a saber de él. Las labores para intentar dar con su paradero han sido extenuantes y no ha recibido noticias de la fiscalía desde hace 8 meses
“Estamos en la esperanza de que podamos encontrar a nuestros desaparecidos, porque ya es mucho tiempo y no saber de ellos nos mantiene a la expectativa” narra con la voz entrecortada.
Fue este día, que aproximadamente 60 miembros de la caravana compuesta por diversos colectivos, realizaron en compañía de la Comisión Nacional de Búsqueda labores de identificación al interior del Ceprereso. Mostraron las fotografías, características y descripción de sus familiares a más de 400 internos que aunque se condujeron empáticos y con disposición, no lograron identificar a ninguno.