CdMx. – Miguel, es un joven en situación de calle que desde hace 10 años convirtió el bajo puente localizado bajo la estación Olivos y Tezonco de la Línea 12 del Metro, en su lugar para dormir. El día de la tragedia logró salvarse y de propia voz narra como vivió la tragedia que cobró la vida de 25 personas.
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Migue relató que el día del derrumbe de una trabe en la Línea 12, regresó al bajo puente de la estación Olivos y alrededor de las 9:30 horas se encontraba acostado conversando con otros compañeros.
El joven relató que a eso de las 22:00 horas se escuchó un ruido “como si tronara un fierro” y acto seguido la banqueta en la que él y sus compañeros estaban recostados se comenzó a cimbrar y a tronar, por lo que sin tomar siquiera sus cobijas salieron corriendo para ponerse a salvo.
“Cuando de repente íbamos corriendo y nos caímos porque se vino el cimbradero grande y se vio como se vino el Metro hacia abajo en dos, se hundió. Una desesperación horrible que no le deseo a nadie que lo vea”, relató Miguel.
El joven, de origen tabasqueño, dijo que desde hace 10 años vive en la zona y que los habitantes en todo momento se opusieron a la construcción de la Línea 12, ya que la zona esta conformada por minas y las condiciones del suelo no son las más favorables para este tipo de construcciones.
Miguel lamentó las vidas que cobró el accidente, así como el actuar de las autoridades frente a esta tragedia.
“Venía yo llorando desde la Nopalera… porque dije hay gente que no se despidió de sui familia y por una idiotez, y perdón lo digo así, por una idiotez de nuestras autoridades que quieren llevarse un dinero en la bolsa compran materiales de mala calidad y ahí están las consecuencias”.
PGG