Por Lorena López, Luis Moreno y Agencia EFE
El gobierno mexicano advirtió que si el despliegue de la Guardia Nacional de Estados Unidos se traduce en una militarización de la frontera, “se dañará gravemente la relación bilateral”.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) dio a conocer que el canciller Luis Videgaray dialogó con la titular de Seguridad Interior estadunidense, Kirstjen Nielsen, quien le notificó el envío de uniformados.
En un comunicado detalló que la funcionaria garantizó que los elementos de la Guardia Nacional “no portarán armas ni realizarán funciones de control migratorio o aduanero”.
También indicó que el despliegue tiene características comparables a los que tuvieron lugar en 2006 con George W. Bush, con la Operación Jump Star, y en 2010 con Barack Obama y la Operación Phalanx.
La dependencia explicó que se mantendrán comunicación permanente con el Departamento de Seguridad Interior para dar seguimiento a la medida “y determinará las acciones apropiadas velando por la soberanía e interés nacionales”.
La conversación y el posicionamiento se dieron luego de que el presidente Donald Trump firmó una orden para desplegar “lo antes posible” un número no determinado de militares de la Guardia Nacional en la frontera.
El Pentágono “deberá apoyar al Departamento de Seguridad Nacional para asegurar la frontera sur y tomar otras medidas necesarias para detener el flujo de drogas mortales, pandilleros y otros delincuentes, e indocumentados”, ordenó.
El republicano afirmó que la seguridad del país está “amenazada” por un aumento drástico de la actividad ilegal en la frontera”, incluyendo el flujo de “grandes cantidades de fentanilo, otros opioides y otras drogas peligrosas e ilícitas (...) a niveles sin precedentes”.
La decisión llegó después de días de quejas del republicano contra la caravana de migrantes centroamericanos, aunque la Casa Blanca atribuyó la medida al aumento en la llegada de indocumentados desde febrero.
“Seguimos viendo niveles inaceptables de drogas ilegales (...) e inmigración ilegal entrando en nuestra frontera sur. Esto no solo amenaza la seguridad de nuestras comunidades y niños, sino también nuestro sistema legal. Es hora de actuar...
“El presidente ha ordenado que los departamentos de Defensa y de Seguridad Nacional trabajen con nuestros gobernadores con el fin de desplegar a la Guardia Nacional para ayudar a la Patrulla Fronteriza. Valoro su alianza y no espero que esta operación afecte en absoluto a esa relación” con México, dijo Nielsen en conferencia.
Aunque Trump quería que el despliegue comenzara “inmediatamente”, según la secretaria, en su orden dio 30 días al Pentágono y a otras agencias del gobierno involucradas en la misión para que presenten un “plan de acción” para militarizar la frontera.
El gobierno de EU todavía negocia con los estados fronterizos las dimensiones de la operación y se espera que la Guardia Nacional ayude en tareas de “detección aérea, transporte, reparación del muro fronterizo y apoyo logístico”.
La Casa Blanca evitó relacionar el anuncio con la caravana, aunque el fiscal general de EU, Jeff Sessions, sí pareció hacerlo en el comunicado en el que celebró el “éxito” de los esfuerzos de Trump para “detener” a los inmigrantes.
En tanto, los secretarios de Economía y Relaciones Exteriores, Ildefonso Guajardo y Luis Videgaray, respectivamente, acordaron continuar el diálogo para avanzar en los capítulos pendientes del Tratado de Libre Comercio.
De gira por Washington, se reunieron con el representante comercial estadunidense, Robert Lighthizer, y el asesor senior de Trump, Jared Kushner, para evaluar el estatus del proceso de renegociación.
Los funcionarios mexicanos convinieron con sus contrapartes que “estas discusiones se mantendrán a nivel técnico” tanto con Estados Unidos y Canadá.
TEXAS Y ARIZONA CELEBRAN LA MEDIDA
Los gobernadores de Texas y Arizona, estados fronterizos, respaldaron y celebraron la decisión de Donald Trump. Greg Abbott y Doug Ducey coincidieron en que la medida es “necesaria” para detener el flujo “masivo” de migrantes con la intención de mantener la seguridad de sus comunidades.
El de Arizona dio “la bienvenida” a este despliegue con entusiasmo, puesto que para él era algo necesario en la región desde hacía mucho tiempo.
No es la primera vez que la Guardia Nacional de Estados Unidos vigila la frontera con México. El presidente George W. Bush envió a 6 mil elementos con la Operación Jump Start, de 2006 a 2008, para controlar la zona y ayudar a construir verjas y carreteras; los efectivos se retiraron al finalizar su mandato.
En 2010, la administración de Barack Obama desplegó a mil 200 efectivos con la Operación Phalanx; el objetivo fue frenar la entrada de extranjeros sin papeles y al narcotráfico. Esto sucedió después de que Arizona aprobó una ley que criminaliza la migración ilegal. El entonces gobernador de California Arnold Schwarzenegger también envió 224 soldados de la Guardia Nacional a la frontera.
Con información de Agencias/Washington.