MONTEVIDEO, Uruguay (AP) — Gregorio Álvarez, el último presidente de facto de la dictadura que gobernó Uruguay entre 1973 y 1985, murió el miércoles de una afección cardíaca. Tenía 91 años.
La Dirección Nacional de Sanidad de las Fuerzas Armadas informó a The Associated Press que el deceso se produjo en el Hospital Central de las Fuerzas Armadas de Montevideo, donde se encontraba internado. En tanto, una fuente oficial que pidió no ser identificada por normas de la institución a la que pertenece explicó a AP que la causa de la muerte fue "la continuidad del proceso de deterioro del organismo que tenía fallas cardíacas y respiratorias".
Antes de ser internado Álvarez cumplía una condena a 25 años de prisión por violaciones a los derechos humanos en una cárcel de la capital uruguaya.
Hijo de un general, Álvarez realizó una carrera militar fulgurante. A los 39 años ya era coronel de caballería y a los 45 alcanzó el grado de general.
Su llegada al generalato se produjo en 1971 cuando Uruguay se encontraba inmerso en un clima de violencia política: la guerrilla Tupamaros buscaba derribar por las armas a la debilitada democracia uruguaya para instaurar un régimen procubano y grupos paramilitares de derecha mataban a los militantes de izquierda.