Gutierre Aceves Piña, coordinador de este recinto del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) y curador de la exposición, explicó que en la muestra el visitante accede al ámbito del coleccionista: "un mundo, como lo menciona el historiador Philip Bloom, en el cual se refugia y en el que él mismo es demiurgo y máximo árbitro, ya que decide sobre lo que deja entrar y lo que expulsa; el orden y la disposición, sobre el valor y la belleza".
"La lectura de la obra se refiere a la mirada del coleccionista, no abordamos la distribución ni los temas en función de una cronología, de técnicas, de importancia de piezas, sino el universo que él crea para sí mismo y para otros, sobre sus gustos y obsesiones, una colección siempre delata al coleccionista", aseguró.
Recordó que el coleccionismo enseña a quien lo practica otra forma de mirar tanto el arte como la vida: "la colección es una forma particular de habitar el mundo, de comprenderlo y de reconstituirlo".
Dijo que buscar, seleccionar, poseer, reunir, acumular, preservar y mostrar "son los verbos que acompañan la trayectoria del coleccionismo y dan cuenta de una actividad que combina la voluntad de rodearse de objetos con la de conservarlos y exhibirlos".
Resaltó que la exposición también es un pretexto para reflexionar sobre el rol de los coleccionistas en el cuidado patrimonial, ya que el buen coleccionista se ha convertido en un guardián de bienes culturales que enriquecerán la historia del arte y el patrimonio cultural.