GUADALAJARA.- “Pude haber muerto”, sentencia Milena Balyan, una turista estadounidense que resultó con lesiones de por vida después de deslizarse por un tobogán de un parque acuático en Jalisco.
“Fue el peor día de mi vida, porque cuando golpeé el agua pensé que me había roto la espalda. Salí del agua paralizada”, explica.
El 14 de marzo de 2017 la ciudadana estadounidense se trasladó de Puerto Vallarta al municipio de Cabo Corrientes para gozar de un día en el complejo turístico llamado Vallarta Adventures, al que se accede únicamente vía marítima.
Ahí, una de las atracciones es un empinado tobogán construido en un cerro, cuya caída desemboca al mar. Cuando Balyan impactó en el agua sintió que su cuerpo se había estrellado contra concreto, quedó paralizada, y su esposo, Ara Muradyan, tuvo que lanzarse para evitar que ella se ahogara.
“Me recuerdo gritando a los trabajadores: ‘¿Sabes si hay un doctor o una enfermera?’ Nadie sabía qué hacer, no tenían un plan de emergencia, nada”, sostiene Muradyan.
En el complejo turístico de Bahía de Caletas no había servicio médico, a pesar de que se encuentra lejos de Puerto Vallarta, a 25 minutos por mar del acceso carretero más cercano. El personal no tenía la capacitación adecuada para hacer frente a este tipo de incidentes. No se brindaron primeros auxilios indicados a Milena y se careció de un efectivo protocolo de rescate.
A decir de la estadounidense y sus abogados, los empleados de Vallarta Adventures improvisaron el traslado de Milena en una panga o lancha, hasta la costa de Puerto Vallarta, en un recorrido de 45 minutos por mar. Ahí dejaron a la pareja y desaparecieron.
Las conclusiones de criminalística de campo del caso señalan que al no tener el equipo idóneo para inmovilizar y trasladar a Milena esto pudo ocasionar un deterioro mayor o una complicación más a la lesión inicial.
Milenia sufrió múltiples lesiones. La más seria, una fractura de cadera.
El dictamen médico del perito del Instituto de Ciencias Forenses de Jalisco concluyó que Milena sufrió lesiones que pusieron en peligro su vida, que serán permanentes, y que le generaron… 60 por ciento de incapacidad.
Milena perdió su trabajo como enfermera de ancianos y su habilidad para bailar danza clásica. Ahora, dice, solo anhela poder caminar normal.
Tras el accidente ha sido sometida a seis intervenciones quirúrgicas y camina tan lento como una anciana, apoyando su paso en una andadera, o un bastón.
Ella no ha sido la única lesionada. En la página de Trip Advisor pueden leerse testimonios de otros tres turistas extranjeros que han resultado heridos en el tobogán.
ilp