Durango.- Canatlán es un municipio por donde se accede al noreste de Durango. La economía del comercio en pequeño depende los pasajeros de los autobuses y además de los trabajadores del sector minero, forestal y ganadero, pero con la Jornada Nacional de Sana Distancia se ha reducido las ventas hasta un 80 por ciento.
Miguel García vende carnitas en el bulevar Enrique W. Sánchez, y desde que comenzó la cuarentena ha bajado su venta hasta un 70 por ciento. Desde la década de los 90 no había pasado una situación tan complicada como con la pandemia. Espera que los diversos niveles de Gobierno los puedan ayudar.
Explicó que desde que cerró la maquiladora Yasaki las complicaciones aumentaron porque era un mercado cautivo, pero desde hace dos meses se ha complicado el panorama.
Guillermo Graciano le tiene más miedo a morir de hambre que por Covid-19, y por eso reinició con su negocio de jugos y licuados. Recuerda que hace dos meses comenzó la Jornada Nacional de Sana Distancia, llevaron a cabalidad cada una de las disposiciones de federales y no abrió su negocio, pero la falta de recursos lo obligó a retomar su actividad.
En la avenida Universidad, es frecuente encontrar a señoras vendiendo gorditas a siete pesos. María Flores, con la venta de sus productos alimenta a cinco hijos y paga la escuela de dos en la ciudad de Durango, pero por la baja en la venta se ha complicado el panorama para ella porque debe pagar renta de días dos hijos mayores que estudian el nivel superior en la capital duranguense.
Siempre esperan los camiones o las camionetas debajo paraguas grandes que les sirve para mantenerse lejos los rayos del sol. Ahí deben permanecer horas. Pero a veces es en vano, porque los autobuses solamente llevan a uno o dos pasajeros y no siempre compran.