Uno de los mayores atractivos culturales del país sudamericano se encuentra en el barrio de Recoleta, zona turística por excelencia de esta capital, y ocupa un antiguo inmueble que fue construido en 1870 para albergar a la empresa estatal Obras Sanitarias de la Nación.
La colección permanente llegó aquí el 23 de mayo de 1933, luego de deambular por otras sedes que fueron insuficientes conforme aumentaba el acervo conseguido por el Estado, pero como la cantidad de obra sigue creciendo, el Museo enfrenta continuos proyectos de ampliación.
Los dos mil metros cuadrados de la planta baja están dedicados principalmente a mostrar las colecciones de arte internacional desde la Edad Media hasta el siglo XX, así como algunas colecciones privadas que fueron donadas al Museo.