La obra se muestra en la antesala de la gran galería central del Prado, junto a "Felipe II ofreciendo al cielo al infante don Fernando", de Tiziano, que se exhibe por primera vez ahora tras su restauración realizada con el apoyo de la Fundación Iberdrola España como miembro benefactor del Programa de Restauración del Museo.
Esta obra colgaba en el mismo lugar que "La expulsión de los moriscos", de Velázquez, pintura relacionada directamente con el depósito, ya que el retrato de Felipe III fue realizado para esta composición.
Esta donación y depósito en el Prado contribuye a completar el discurso de Velázquez como retratista real, ya que se trata de una pintura inédita para la investigación y que permitirá arrojar luz sobre una de las obras capitales del comienzo de la etapa cortesana del pintor, "La expulsión de los moriscos".