Durango, requiere y necesita caminar a la modernización de sus vialidades para ofrecer mejor infraestructura, y un ejemplo de esto sería el puente a desnivel que se busca construir en el bulevar Francisco Villa, aseguró el Secretario de Obras Públicas del Estado, Arturo Salazar Moncayo.
Uno de los obstáculos que se tendrá en esta obra según lo reconoce el funcionario, será la remoción de buen número de árboles, y aunque acepta que quizá alguno no sobreviva al ser cambiado de lugar, “se hará todo lo posible para que todos puedan aclimatarse”, dijo.
Explicó que no se descarta esa posibilidad y aseguró que se ha estado escuchando a la ciudadanía en sus inquietudes, pero también pidió la oportunidad de conocer el proyecto a fondo y sobre todo dar el beneficio de la duda y apoyar el desarrollo de la ciudad. “Durango tiene que crecer en su infraestructura”, afirmó.
Salazar Moncayo agregó que la obra del puente son 344 metros bajo el puente y el desarrollo son 650, mientras que el bulevar mide 9.5 kilómetros, lo que quiere decir que no se afectará ni siquiera el 7 por ciento del área arbolada de este bulevar e inclusive se reubicarán los árboles y aunque se puede secar alguno, medio ambiente lo va a reponer 5 a 1 y el gobierno del Estado, por instrucciones del señor gobernador José R. Aispuro, acaba de traer mil árboles más.
Destacó que de manera alterna se desarrolla un proyecto desde la antigua estación del Ferrocarril, hoy estación Central, hasta el bordo del antiguo ferrocarril para hacer un corredor lineal donde se albergarán otros 4 a 5 mil árboles.
Recordó que el bulevar Francisco Villa, en este momento se ha convertido en un “nudo” vehicular sobre todo en horas pico, pues cruzan por él, aproximadamente 57 a 60 mil unidades, razón por la que tras el estudio se determinó construir en esa zona, el puente elevado.
De esta manera, el secretario de obras Públicas del Estado, Arturo Salazar insistió en que Durango no debe quedarse atrás y remarcó, por ejemplo, que en la Laguna, se han construido cinco puentes elevados que han cambiado el rostro y la vida de los habitantes de Gómez Palacio, mientras que en la capital, la primer obra de ese tamaño, está siendo satanizada y utilizada para mal informar a la población. “Durango no debe quedar atrás debe caminar a la modernidad, concluyó.