Después de registrarse el suicidio 114 en Durango, diez de ellos de menores de edad, ya se puede considerar un problema de salud pública, y es necesario que se creen o intensifiquen políticas públicas que ayuden a amortizar el problema.
Soledad Ruiz Canaán, directora del Instituto de Salud Mental en Durango, asegura que el Instituto no ha crecido en la misma proporción de la población en los últimos años, por lo que es necesario considerar un incremento.
Dijo que la depresión no exime a personas menores de edad y un problema como éste, se debe a un complejo de circunstancias, principalmente las económicas.
Indicó que esperan que la cifra de personas que se arrebatan la vida aumentará durante el invierno.
Explicó que en la actual administración existen programas y proyectos para evitar la muerte de personas que deciden quitarse la vida. Además, que se espera el apoyo del Instituto de Salud Mental.