Le niegan asilo en GDL a veracruzano que intenta volver a casa

Perdió su trabajo en Sonora por la pandemia y busca volver a su hogar; con 66 años y diabetes, ha sido rechazado en albergues del DIF, a pesar de ser vulnerable a desarrollar una peor infección por covid-19.

Le niegan asilo en GDL a veracruzano que intenta volver a casa
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Hace una semana, Ricardo Solis Zapata era agricultor en Sonora, donde sembraba chile, calabaza y berenjena, pero se quedó sin trabajo a causa de la pandemia por covid-19, por lo que emprendió el camino de regreso a su natal Veracruz para encontrarse con su familia, donde tiene un techo y comida segura. 

Ricardo viajó de Sonora a Mazatlán, después llegó a Guadalajara, donde su estancia ha sido tortuosa porque a pesar de ser diabético y tener 66 años, ningún albergue ha querido brindarle asilo.

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"He dormido en las centrales porque no tengo a dónde ir a dormir, y por lo pronto ahorita pues ya llegué aquí a Guadalajara y mi anhelo es a ver si consigo para mi pasaje para irme de una vez hasta el puerto jarocho, cuando menos", expresó el hombre.

Este 30 de abril, un día después de su arribo a la Perla Tapatía, acudió a pedir asilo al albergue del DIF que se ubica sobre la calle José Luis Verdía a su cruce con Avenida Revolución, en la colonia San Juan de Dios, pero no lo recibieron. Después fue a otro albergue del DIF que se encuentra en Calzada Las Palmas, en la colonia Rincón del Agua Azul, donde le dijeron que no podían aceptarlo porque temían que contagiara a las personas en el refugio de coronavirus.

Según indicaron los trabajadores del DIF, no pueden albergar a ninguna persona en tránsito para no poner en riesgo de contagio a quienes ya se encuentran en asilo, sin embargo, Ricardo, al ser diabético y adulto mayor, es parte del sector vulnerable a desarrollar una infección más grave en caso de contraer el padecimiento, pero no le dieron más opción que volver a dormir en la calle

Ricardo comenzó su vida de nómada a los 11 años, y desde entonces no ha parado de moverse, pero hoy, a su edad y con su padecimiento, su fuerza no es la misma.

Ahora no le queda más que recorrer las calles de la ciudad para pedir propina, con el objetivo de juntar el costo del pasaje a Veracruz y volver a su lugar de origen.

CGE

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