CIUDAD DE MÉXICO.- Los niños en México, incluyendo a los de discapacidades diferentes, deben estar motivados porque estar en aislamiento dentro del hogar puede tener algunos efectos en la “salud física, emocional o mental”, explicó Lorena Rodríguez Bores, secretaria Técnica del Consejo Nacional de Salud Mental.
En absoluto se recomienda estar viendo la televisión por largos periodos, por el contrario, es importante mantenerse activo, realizar ejercicio, buscar actividades manuales que distraigan.
En casa, aseguró, es esencial diseñar y tratar de mantener una rutina que nos ayude a tener una sensación de normalidad y control, tratar de mantener nuestros horarios de comida, nuestros horarios de sueño, precisamente para tener esta sensación de previsibilidad en lugar de incertidumbre.
Los niños deben ser informados de la importancia de proteger a todos, a sus amigos, abuelos, y dejarles en claro que no son periodos vacacionales. “En esta Jornada de sano distanciamiento debe haber actividades escolares, como parte de las rutinas comunes, sin estar en el aula escolar”.
Los adultos también deben tener horarios para divertimento y estar informados, ya sea en la noche, “procurar que la información que van a tener o bueno, que van a obtener sea verificada y de fuentes confiables.
“Evitar la sobreinformación, sobre todo de noticias que puedan ser falsas o mensajes alarmistas y tener cuidado también con esta información saludable”.
La tecnología debe ser empleada para tener contacto con los familiares, continuar con las actividades laborales y actividades académicas.
Es importante que los niños tengan confianza y cuenten con los números bien identificados de las personas con las que se van a comunicar sobre sus emociones, como parte de controlar los miedos.
En el caso de los niños con discapacidad es esencial que también estén rodeados de gente confiable que haga esta jornada amena, evite ver a sus tutores nerviosos, controlando en exceso cualquier síntoma de resfriado o malestar.
“Tenemos esta duda cómo hablar con ellos acerca de esta emergencia. Una de las cosas más importantes es recordar que es necesario hablar del tema. Los niños seguramente tendrán muchas dudas, muchas preguntas sobre el tema, lo escuchan en las noticias, lo escuchan en la escuela e inclusive entre sus propios compañeros y pares, entonces, es importante tratar de mantener una comunicación con ellos.
Uno de los consejos dirigidos a los padres de familia es usar un lenguaje que puedan entender y, si tienen los niños alguna pregunta, alguna duda que no puedan responder, también decirles que eso no lo saben, pero que pueden buscar la información, o una vez que ellos tengan esa información se las van a transmitir con cuidado, veracidad y sin alarmismo.
Es importante aprovechar la oportunidad de conversar o estar con los hijos. “Si los padres, los adultos, sienten que están ansiosos y que tampoco están teniendo un buen afrontamiento de su ansiedad, deben buscar un momento en el que estén más calmados para no transmitir inseguridades, miedos a los niños”.
Los padres deben ser congruentes “no le voy a decir a mi hijo que no pasa nada, y su corro al supermercado y tengo compras de pánico, estaremos mandando mensajes contradictorios a los niños. Entonces, por el bien también de los pequeños mantener esta congruencia”.
Los infantes, en general, experimentan seguridad cuando saben qué hacer para protegerse, como son las medidas de higiene, lavarse las manos, el estornudo de etiqueta, todo lo que requieren para estar protegidos ante la amenaza de poderse enfermar con un virus invisible.
Si los padres trabajan, es importante, mantener comunicación vía telefónica, mensajes, inclusive redes sociales, y darles indicaciones, como hacer ejercicio, para lo cual se deberá adaptar espacios, con condiciones de movilidad para evitar accidentes. Se puede caminar alrededor de la casa.
EFECTOS DEL DISTANCIAMIENTO
Rodríguez Bores comentó que el distanciamiento puede tener algunos efectos físicos: generar cansancio y fatiga.
“Nos puede exponer a que cambiemos nuestros patrones de alimentación y que, si lo combinamos con largos periodos de inactividad o no hagamos ejercicio, puede repercutir inclusive en un aumento de peso y también puede llevarnos a una sensación de lentitud física y mental, así como cambios en nuestro ciclo de sueño”, explicó la especialista.
En los emocional, los menores pueden experimentar “constantemente aburrimiento o hastío y eso pueda generar un desanimo para realizar las actividades comunes, así como puede generar algunos cambios emocionales como aumento del miedo y de preocupaciones ante algo invisible, como es el virus pandémico”.
Los menores, como los adultos, pueden entrar en “estado de pánico, expresar irritabilidad, estar de malas todo el tiempo, inclusive llegar a estar en estado de enojo constante”.
Los menores perciben lo que los padres de familia les transmiten. Si los tutores están en constante alerta ante cualquier sintomatología, un estornudo, tos, gripe, surgirá algún tipo de enfermedad o durante ese periodo de aislamiento desarrollaran miedo de tener o estar contagiados.
“Otra de las cosas que puede pasar es que las personas tengan la sensación de que no están siendo productivas y eso puede generar también algún estado de tristeza.
“La tristeza se puede extender a los niños que podrán desarrollar, como parte de los efectos negativos, esa sensación constante de injusticia. “¡Es injusto que yo esté bajo resguardo! ¡Es injusto que este en aislamiento! ¡Es injusta esta cuarentena! Lo que puede llevar a tener un impacto en nuestra salud mental y por supuesto tristeza”.
Las consecuencias de tipo emocional será la de tener complicaciones con la familia cercana con la que se va a convivir.
“Puede, inclusive, a generar que empecemos a tener una disminución en nuestra tolerancia y eso puede generar de alguna forma peleas, conflictos; aumentar o incrementar estados de descanso, pero que inclusive durmamos de más y entonces evitemos y aprovechemos el tiempo para realizar algunas de nuestras actividades inclusive vitales o de nuestras actividades habituales en nuestro hogar”.
Los padres deben ser cuidadosos en lo que ingieren ya que existe el riesgo, precisó, de que aumenten el consumo de sustancias alcohólicas elevando el riesgo de violencia, ya sea hacia su pareja, entre hermanos, adultos mayores e inclusive hacia los animales.
SE VA A TERMINAR
De ahí la importancia de la “Jornada de sano distanciamiento” en la que se debe tener en cuenta que se trata de una medida y una situación temporal, “va a terminar y no será por un tiempo prolongado”.
También es importante reconocer que “mantenernos en casa y realizar estas medidas de distancia y de aislamiento es un bien para nosotros.
“Hay que cambiar esta visión, tanto de injusticia o esta visión negativa por un pensamiento positivo: si yo me quedo en casa estoy contribuyendo con la salud de muchas personas, y no nada más de personas que no conozco, sino también con la salud de personas que conocemos, nuestra familia, todos tenemos abuelos, padres, de mis amigos.
“La verdad es que haciendo también todas estas medidas estamos contribuyendo con un bien común”, explicó la especialista en salud mental.
Entonces, la idea es tratar de mantener esta rutina, que se levanten a la misma hora, que traten de tener sus horarios de comida, sus horarios de sueño y mantener las actividades escolares y también de recreación, puede ser un buen momento para una convivencia familiar, mantener algunas actividades de juego, juegos de mesa, realizar rompecabezas y verlo más bien desde un enfoque positivo para una convivencia familiar.
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CIUDAD DE MÉXICO.- Los niños en México, incluyendo a los de discapacidades diferentes, deben estar motivados porque estar en aislamiento dentro del hogar puede tener algunos efectos en la “salud física, emocional o mental”, explicó Lorena Rodríguez Bores, secretaria Técnica del Consejo Nacional de Salud Mental.
En absoluto se recomienda estar viendo la televisión por largos periodos, por el contrario, es importante mantenerse activo, realizar ejercicio, buscar actividades manuales que distraigan.
En casa, aseguró, es esencial diseñar y tratar de mantener una rutina que nos ayude a tener una sensación de normalidad y control, tratar de mantener nuestros horarios de comida, nuestros horarios de sueño, precisamente para tener esta sensación de previsibilidad en lugar de incertidumbre.
Los niños deben ser informados de la importancia de proteger a todos, a sus amigos, abuelos, y dejarles en claro que no son periodos vacacionales. “En esta Jornada de sano distanciamiento debe haber actividades escolares, como parte de las rutinas comunes, sin estar en el aula escolar”.
Los adultos también deben tener horarios para divertimento y estar informados, ya sea en la noche, “procurar que la información que van a tener o bueno, que van a obtener sea verificada y de fuentes confiables.
“Evitar la sobreinformación, sobre todo de noticias que puedan ser falsas o mensajes alarmistas y tener cuidado también con esta información saludable”.
La tecnología debe ser empleada para tener contacto con los familiares, continuar con las actividades laborales y actividades académicas.
Es importante que los niños tengan confianza y cuenten con los números bien identificados de las personas con las que se van a comunicar sobre sus emociones, como parte de controlar los miedos.
En el caso de los niños con discapacidad es esencial que también estén rodeados de gente confiable que haga esta jornada amena, evite ver a sus tutores nerviosos, controlando en exceso cualquier síntoma de resfriado o malestar.
“Tenemos esta duda cómo hablar con ellos acerca de esta emergencia. Una de las cosas más importantes es recordar que es necesario hablar del tema. Los niños seguramente tendrán muchas dudas, muchas preguntas sobre el tema, lo escuchan en las noticias, lo escuchan en la escuela e inclusive entre sus propios compañeros y pares, entonces, es importante tratar de mantener una comunicación con ellos.
Uno de los consejos dirigidos a los padres de familia es usar un lenguaje que puedan entender y, si tienen los niños alguna pregunta, alguna duda que no puedan responder, también decirles que eso no lo saben, pero que pueden buscar la información, o una vez que ellos tengan esa información se las van a transmitir con cuidado, veracidad y sin alarmismo.
Es importante aprovechar la oportunidad de conversar o estar con los hijos. “Si los padres, los adultos, sienten que están ansiosos y que tampoco están teniendo un buen afrontamiento de su ansiedad, deben buscar un momento en el que estén más calmados para no transmitir inseguridades, miedos a los niños”.
Los padres deben ser congruentes “no le voy a decir a mi hijo que no pasa nada, y su corro al supermercado y tengo compras de pánico, estaremos mandando mensajes contradictorios a los niños. Entonces, por el bien también de los pequeños mantener esta congruencia”.
Los infantes, en general, experimentan seguridad cuando saben qué hacer para protegerse, como son las medidas de higiene, lavarse las manos, el estornudo de etiqueta, todo lo que requieren para estar protegidos ante la amenaza de poderse enfermar con un virus invisible.
Si los padres trabajan, es importante, mantener comunicación vía telefónica, mensajes, inclusive redes sociales, y darles indicaciones, como hacer ejercicio, para lo cual se deberá adaptar espacios, con condiciones de movilidad para evitar accidentes. Se puede caminar alrededor de la casa.
EFECTOS DEL DISTANCIAMIENTO
Rodríguez Bores comentó que el distanciamiento puede tener algunos efectos físicos: generar cansancio y fatiga.
“Nos puede exponer a que cambiemos nuestros patrones de alimentación y que, si lo combinamos con largos periodos de inactividad o no hagamos ejercicio, puede repercutir inclusive en un aumento de peso y también puede llevarnos a una sensación de lentitud física y mental, así como cambios en nuestro ciclo de sueño”, explicó la especialista.
En los emocional, los menores pueden experimentar “constantemente aburrimiento o hastío y eso pueda generar un desanimo para realizar las actividades comunes, así como puede generar algunos cambios emocionales como aumento del miedo y de preocupaciones ante algo invisible, como es el virus pandémico”.
Los menores, como los adultos, pueden entrar en “estado de pánico, expresar irritabilidad, estar de malas todo el tiempo, inclusive llegar a estar en estado de enojo constante”.
Los menores perciben lo que los padres de familia les transmiten. Si los tutores están en constante alerta ante cualquier sintomatología, un estornudo, tos, gripe, surgirá algún tipo de enfermedad o durante ese periodo de aislamiento desarrollaran miedo de tener o estar contagiados.
“Otra de las cosas que puede pasar es que las personas tengan la sensación de que no están siendo productivas y eso puede generar también algún estado de tristeza.
“La tristeza se puede extender a los niños que podrán desarrollar, como parte de los efectos negativos, esa sensación constante de injusticia. “¡Es injusto que yo esté bajo resguardo! ¡Es injusto que este en aislamiento! ¡Es injusta esta cuarentena! Lo que puede llevar a tener un impacto en nuestra salud mental y por supuesto tristeza”.
Las consecuencias de tipo emocional será la de tener complicaciones con la familia cercana con la que se va a convivir.
“Puede, inclusive, a generar que empecemos a tener una disminución en nuestra tolerancia y eso puede generar de alguna forma peleas, conflictos; aumentar o incrementar estados de descanso, pero que inclusive durmamos de más y entonces evitemos y aprovechemos el tiempo para realizar algunas de nuestras actividades inclusive vitales o de nuestras actividades habituales en nuestro hogar”.
Los padres deben ser cuidadosos en lo que ingieren ya que existe el riesgo, precisó, de que aumenten el consumo de sustancias alcohólicas elevando el riesgo de violencia, ya sea hacia su pareja, entre hermanos, adultos mayores e inclusive hacia los animales.
SE VA A TERMINAR
De ahí la importancia de la “Jornada de sano distanciamiento” en la que se debe tener en cuenta que se trata de una medida y una situación temporal, “va a terminar y no será por un tiempo prolongado”.
También es importante reconocer que “mantenernos en casa y realizar estas medidas de distancia y de aislamiento es un bien para nosotros.
“Hay que cambiar esta visión, tanto de injusticia o esta visión negativa por un pensamiento positivo: si yo me quedo en casa estoy contribuyendo con la salud de muchas personas, y no nada más de personas que no conozco, sino también con la salud de personas que conocemos, nuestra familia, todos tenemos abuelos, padres, de mis amigos.
“La verdad es que haciendo también todas estas medidas estamos contribuyendo con un bien común”, explicó la especialista en salud mental.
Entonces, la idea es tratar de mantener esta rutina, que se levanten a la misma hora, que traten de tener sus horarios de comida, sus horarios de sueño y mantener las actividades escolares y también de recreación, puede ser un buen momento para una convivencia familiar, mantener algunas actividades de juego, juegos de mesa, realizar rompecabezas y verlo más bien desde un enfoque positivo para una convivencia familiar.
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