Durango. Noé Soto, vocero de la arquidiócesis de Durango dio a conocer que la legalización de la mariguana no conviene para la estabilidad y paz del tejido social, ya que actualmente se necesitan otro tipo de iniciativas que puedan ayudar tranquilizar la violencia ocurrida en nuestro entorno.
De igual manera, el párroco señaló que este tipo de estupefacientes cambian drásticamente las personalidades de los individuos, así como su carácter, convirtiéndolas en sujetos violentos, por lo que el clero ya se encuentra buscando métodos, modos e instituciones que puedan colaborar para devolver la armonía a los duranguenses.