Pese a que con la reforma energética se buscaba que el mercado de estaciones de servicio creciera para cubrir la demanda de 24 mil que el país necesita, era considerada una meta inalcanzable y lo que se observó en el mercado fue la llegada de nuevas marcas para competir contra Petróleos Mexicanos, que buscaron reconvertir las gasolineras ya existentes.
De acuerdo con la Comisión Reguladora de Energía (CRE), a la fecha existen 12 mil 502 estaciones de servicio en el país divididas en 53 marcas incluyendo la de Pemex, que se ubican en ocho regiones: centro, Golfo, noroeste, noreste, norte, occidente, sur y sureste.
Sin embargo, comparado con otros países como Brasil o Estados Unidos, México tiene potencial para tener más estaciones de servicio, ya que todavía existen municipios que no tienen gasolineras y eso los hace vulnerables para la venta ilícita de gasolinas y diésel.
La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) ha señalado que el número de estaciones de servicio es casi el mismo que el de hace cinco años, con una gasolinera por cada 3 mil 300 vehículos, lo que muestra una muy baja densidad respecto a Estados Unidos o España cuya tasa de vehículos por gasolinera mejora, con mil 640 autos en promedio y 2 mil 800, respectivamente.
Por tal motivo la Cofece ha señalado la urgencia de la entrada de nuevas estaciones de servicio que además ayuden a mejorar la competencia y así lograr una mejora en los precios de las gasolinas y el diésel.
El presidente de la Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicio (Ampes), Isaías Romero, señaló que la meta establecida por la reforma energética genera opiniones divididas; “se habla desde que teníamos 11 mil estaciones de servicio, que se requerían 10 mil más por los parámetros que se establece a escala mundial”,
Romero explicó que lo que ha sucedido en el país es que hay una sobresaturación de estaciones de servicio en autopistas carreteras y algunas ciudades y citó como ejemplo la avenida José López Portillo, en el Estado de México, que tiene un gran número de gasolineras, mientras que Xochimilco, en Ciudad de México, solo tiene cinco estaciones de servicio que atiende a 400 mil habitantes.
“Sí se requieren más estaciones de servicio pero se tienen que hacer planificadas; si te vas a las zonas rurales en Yucatán existen 52 municipios que no tienen ninguna estación de servicio, con más de 4 mil habitantes; hay un diagnóstico de que estas 10 mil estaciones que detectó la Secretaría de Energía (Sener) hace 4 o 5 años sí se deben construir pero con la planificación estratégica”.
Romero dijo que poner una estación de servicio tiene un costo de entre 40 y 50 millones de pesos, de los que 9 millones son únicamente en regulación, aunque existe la opción de unas de bajo costo o móviles.
Añadió que la Cofece tiene mapeada toda la República y con esta solución se puede al menos instalar 5 mil estaciones para atender el bajo consumo en las zonas marginadas que son susceptibles a la venta de combustible robado.
“El proyecto de las estaciones móviles o de bajo costo viene desde hace 5 años; nació en Pemex derivado a que hay muchos municipios de bajo consumo que lo requieren urgentemente”, explicó.
Sin embargo, quedó truncado con el cambio de administración en 2019, pero la Sener junto con el Consejo Mexicano de la Energía hicieron un proyecto para impulsar nuevos proyectos estratégicos para afianzar la autonomía energética del país. “Uno de esos proyectos es el que se va a realizar en la Universidad de Texas junto con NASA para poder llevar a cabo proyectos de estaciones de 40 mil litros a un costo de 2 millones de pesos”, señaló Romero.
También existe otras opciones para traer estas estaciones de otros países; sin embargo, al serla tecnología extranjera, no cumple con los códigos que se solicitan en México, por lo que ahora el sector tiene que trabajar en homologar estas unidades con las normas mexicanas para que puedan operar.