MONTERREY.- Las medidas de restricción impuestas por Gobierno del Estado para reducir de golpe la movilidad durante los fines de semana de diciembre, generaron pánico en la sociedad de Nuevo León.
Ante el incremento de contagios de covid-19, el jueves pasado en rueda de prensa, la Secretaría de Salud en conjunto con la Secretaría de Economía y Trabajo, decretaron que supermercados, centros comerciales, mercados rodantes, restaurantes, tiendas departamentales y una larga lista de actividades no esenciales, tendrían que permanecer cerradas durante este fin de semana y los dos siguientes.
La inquietud no se hizo esperar y los regiomontanos salieron en situación de urgencia a comprar lo que les hacía falta en su hogar.
Las filas para ingresar a los supermercados delataron el pánico que gran parte de la ciudadanía sintió ante una medida estricta que no había tomado con anterioridad la Secretaría de Salud.
Para evitar reuniones sociales en las que se pueda propagar el Covid-19, el Ejecutivo también prohibió la venta de bebidas alcohólicas tanto en depósitos y tiendas de conveniencia, por lo que también se registraron largas filas ayer para comprar cerveza.
Las medidas de restricción no fueron bien vistas por el sector restaurantero, los industriales y la iniciativa privada, quienes estimaron pérdidas por 7 mil 038 millones de pesos al detener las actividades comerciales este fin de semana.
Durante la mañana de este sábado, se observó que la mayoría de los comercios y negocios restringidos acataron las medidas, pero no fue así con el comercio informal en el centro de la ciudad de Monterrey.
dat