Tamaulipas.- La mañana de ayer se registró el segundo ataque en menos de tres días a una iglesia de Matamoros; un sujeto colocó un artefacto explosivo casero en el templo de San Antonio de Padua, en la colonia Treviño Zapata.
El nuevo atentado siguió al ocurrido en la Catedral de Nuestra Señora del Refugio, en el centro de Matamoros, con un modus operandi similar.
El obispo de la diócesis de Matamoros, monseñor Eugenio Andrés Lira Rugarcía, expresó su preocupación por los atentados.
"En un principio, con el ataque a este templo, creímos que era un hecho aislado, pero lo ocurrido esta mañana ya es preocupante y tendremos que tomar diversas medidas de seguridad", explicó.
Lira Rugarcía recordó que la misma diócesis está en proceso de elaborar un manual de contingencias, titulado "Iglesia Segura", en el que se informará a los feligreses qué hacer en caso de una balacera.
Sin embargo, tras los atentados, el texto tendrá que ser modificado y considerar una situación de riesgo por la presencia de algún artefacto explosivo.
En ese sentido, dijo que en breve se reunirá con las autoridades que investigan los casos que no han dejado lesionados, pero que generan incertidumbre y miedo.
Aseguró que las actividades de la iglesia continuarán, pero que pondrán mayor atención para tratar de evitar que se registren más hechos similares.
El obispo también lanzó un llamado a los delincuentes a que se toquen el corazón, ya que con esas acciones, que consideró solo son para llamar la atención, pueden ocasionar una desgracia.
Braulio Villeda Vargas, quien vende despensas afuera de la iglesia de San Antonio de Padua, comentó que él fue una de las personas que vio a un sujeto de entre 20 y 25 años, vestido de negro y con guantes del mismo color, ingresar y salir corriendo del templo.
Dijo que tras la explosión, una niña pequeña salió aturdida pero ilesa de la iglesia; posteriormente, salieron varios feligreses que trataron, sin éxito, de detener al agresor.