Monseñor Luis Martín Barraza, obispo de la ciudad Torreón, mandó un mensaje de amor y de prosperidad para el Año Nuevo, donde propuso considerar el lema de la identidad diocesana para que cada quien como creyente haga lo suyo, pero coincidiendo todos con el mismo objetivo que es caminar juntos como iglesia diocesana.
El reto para la iglesia católica en el siguiente año es seguir construyendo diócesis, comunión y seguir creando estructura básica pastoral en paz y armonía, para que en todos los miembros exista el vínculo del Espíritu Santo que nos une en una misma fe y en una misma familia, creando identidad conforme al Evangelio y actuar con los sentimientos que propone Jesuscristo teniendo presencia significativa amable, solidaria y fraterna con la sociedad.