MONTERREY.- La organización Defendiendo a los Inocentes (dai), se encarga de prevenir y ayudar a identificar y denunciar los casos de abuso infantil.
Una representante de la organización y psicóloga, explica en entrevista para Telediario los pormenores de esta conducta y sobre todo como prevenirla.
Al respecto, también señala que existe dos tipos de abuso sexual, uno que es el implica contacto físico y otro el que no tiene contacto físico.
Algunos ejemplos de los abuso sexuales sin contacto físico son el exponer a un menor a material pornográfico, tener conversaciones telefónicas de contenido sexual con el niño, y obligar a presenciar actos sexuales entre adultos.
Para un contexto más amplio acerca de este tema, dai ofrecerá un congreso en el que se desarrollarán y explicarán los pormenores. Se llevará a cabo el sábado 25 de septiembre en Cintermex, en el salón Estados Unidos, o bien de manera virtual a través de un registro previo en la página defendiendoalosinocentes.org
El organismo detalla un proceso básico informativo para conocer más acerca de esta problemática, que es el siguiente:
¿Quiénes son víctimas de abuso sexual?
Los niños de cualquier edad, raza, origen étnico y posición económica son vulnerables al abuso sexual. Afecta tanto a niñas como a niños en todos los tipos de vecindarios y comunidades y en todos los países del mundo.
¿Cómo saber si un niño está siendo o ha sido abusado sexualmente?
Los niños pueden mostrar diversas reacciones, comportamientos y cambios en sus emociones, por ejemplo:
• Pesadillas, insomnio, alteraciones del sueño.
• Conducta retraída
• Ansiedad
• Depresión
• Orinarse en la cama
• Miedo a quedarse con cierta persona
• Bajo rendimiento escolar
• Antes era un niño feliz y de pronto se le ve triste
• Conocimiento de temas sexuales, vocabulario y/o conducta inapropiada para un niño de su edad.
Para sospechar que existe abuso sexual debe haber varios indicadores, si sólo hay uno se debe observar para descartar abuso.
¿Cómo ayudar a las víctimas de abuso sexual infantil?
• Creer el relato del niño, tal como lo presenta.
• Evite afirmaciones o insinuaciones como: lo inventaste, lo soñaste, te pareció, seguro no lo hizo con malas intenciones o lo malinterpretaste. ¿Qué hiciste para que esto te sucediera?, ¿no puedes perdonar y olvidar?
• Nunca haga responsable al niño por lo que pasó. Nunca un niño o adolescente es culpable de su abuso, nada que él o ella haya hecho justifica o explica que le hayan abusado.
• No pierda la calma, No espiritualice y luego se cruce de brazos. Ayude.
• Si el niño habla y se descubre un abuso, de inmediato llévelo a un hospital o centro de salud para que lo revise un médico. Busque ayuda profesional, que vea al niño un psicólogo y también apoyo pastoral de líderes maduros espiritualmente.
• El apoyo de la familia es fundamental para que un niño se recupere de un abuso sexual. Si ha transcurrido mucho tiempo desde el abuso, guíe a la víctima al perdón, el perdonar es un acto divino que rompe el yugo que tenía cautiva el alma. Esta persona también necesita apoyo pastoral y psicológico si es necesario.
• Separe al niño del abusador, asegúrese que no vuelva a abusar del niño.
Denunciar
Es necesario que el abusador enfrente las consecuencias de sus actos, puesto que el abuso sexual infantil es un delito.
La denuncia es un freno para el abusador, detendrá el abuso y salvará a futuras víctimas. Está comprobado que éste tipo de agresores no se arrepienten, y si dicen estar “arrepentidos” al ser descubiertos y hasta lloran, sólo lo hacen por conveniencia. Si no se actúa volverá a abusar. Inclinemos la balanza hacia los niños, que están en desventaja.
Prevención
Está comprobado que una buena comunicación entre padres e hijos y una educación sexual adecuada protege a los niños hasta en un 80 por ciento de un abuso sexual.
Enseñar a los niños (2 a 10 años) de manera sencilla y con juegos, es importante no asustarlos:
Explicarles que su cuerpo tiene partes públicas y son: la cara, las manos, los pies y todos pueden mirarlos; y que su cuerpo tiene partes privadas que son: las que tapa la ropa interior o el traje de baño, que son privadas para él solito, que nadie debe tocar ni mirar sus partes, ni un amigo de la familia, ni un vecino, ni maestro, ni un primo, ni tío, ni abuelo.
Dígale al niño que él puede decir ¡no! Y contarlo a alguien de su confianza como su mamá o abuelita.
Explicarles también que hay secretos malos, que si alguien quiere tocar sus partes privadas o intimas y le pide guardar el secreto y le amenaza o le regala cosas para que no hable, que no le obedezca porque este secreto lo hará sentirse muy triste. Que hable que nunca se quede callado para poder ayudarlo.
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